lunes, 1 de agosto de 2011

#15m o los cambios que preconiza Branding

¿Y cuando llegó el lobo, abuela?
El lobo, le llegó al sistema el #15m  mi cielo, lindo.


Venían, las batallas en los mercados, preconizando un cambio radical en las costumbres de los clientes y empleados. Algunas empresas, quizás, más perceptivas, se estructuraron en base a una escucha que les permitió detectar que allí donde habían nacido, en redes, las cosas comenzaban a cambiar los hábitos de las personas. Observando el éxito desmedido de esos modelos de negocio, muchos empezaron a hablar de obtener una visión  más global del impacto y relación del proyecto con todo aquel que se relacionara con la empresa. La palabra Branding, despuntaba como una posible solución a unas estrategias de las que solo se obtenían fidelización, justo hasta donde les duraba la oferta, dejando un panorama de pérdidas, en medio de una crisis, a la que no se tenía ni idea de como parar.


Un Branding, recién nacido, decía, que era imprescindible, esforzarse desde tres ángulos, primero desde el diseño de un Valor Funcional que realmente fuera perfecto y necesario, en base a datos objetivos. Un Valor Emocional que aportara belleza a las construcciones en servicios y productos, porque el ser humano adora la belleza, por encima de casi todo y que les permitiera construir diálogos interactivos con todas las partes interesadas. Y dotar de un enorme Valor de Responsabilidad Social Corporativa que asumiera las promesas, como de obligado cumplimiento en el mismo centro de la comunidad de que que se pretendía conseguir ser un miembro influyente. 


¿Porqué abuela?


Porque, las partes interesadas en los modelos de negocio, fueran del tipo que fueran, empezaban a cansarse de miles de bellos mensajes publicitarios que luego no se correspondían con la realidad de las acciones que ejecutaban. La sospecha de mentira se abatió sobre todos los mensajes que traía una Voz Corporativa que solo buscaba su propio beneficio, envolviendo esta realidad, en un discurso al que nadie tenía derecho a réplica.


Se habían acumulado, además, miles de experiencias negativas con respecto a cada uno de esos mensajes y las partes interesadas habían encontrado un medio para compartirlas y aprender, todos juntos de ellas. 


Abuela,  ¿Pero que tenían que ver los políticos con los mercados?


Ellos, todos ellos, jugaban una partida donde las reglas estaban marcadas por extrañas mediciones de audiencias o grupos de interés a quienes vendían, transformando el lenguaje del mensaje, según creían conveniente, pero solo tenían un 17% de influencia real y mientras solo observaban a ese 17% de personas, el resto, estaba en redes compartiendo experiencias. Un día, descubrieron que no solo podían compartir, sino organizarse, casi al margen de ellos y lo hicieron.


¿Ese fue el #15m abuela?


Ese fue el #15m corazón de melón. Después del #15m llegó todo lo demás, poco a poco, quedó absolutamente claro, que no solo podían compartir experiencias y organizarse "casi" al margen, sino que lo lograron. 


¿Y ellos abuela?


Ellos, siguieron creyendo que era necesario liderarlos a tod@s y lo intentaron, hasta que desaparecieron, junto con la era Industrial que los vio nacer. Quedó la era de la información y desde ella, solo te digo, chiquillo, que ni caso, ni aunque sea yo la que un día te diga que "Tú no puedes" o, que la única solución está en aquella viejas pirámides que depositaban a tod@s abajo, sosteniendo una punta que ya no podía contenerlos a tod@s.  Cuando veas una pirámide, inviértela, y no te olvides de desear, en cada momento, solo el bien de todos los seres humanos.


¿Morirá el #15m abuela?


Moriremos tod@s y todas las obras que creemos, sin duda alguna y mientras, eso pasa, solo desear que siempre, los cambios sean para mejorar. Lo que no podemos olvidar ya nunca es que hay un momento para ligar o conquistar y otro para vivir relaciones plenas y comprometidas. 


No entiendo esto, abuela.


Ni lo entenderás hasta que te toque vivir corrientes extremas que preconicen grandes cambios estructurales, que espero que sea ahora mismo.


Lo único cierto, es que, en aquel momento, tod@s sabíamos que se expandiría sin límites porque no es posible negar al ser humano su deseo interno de mejora constante, menos ellos, que hasta el final, buscaron como seguir vendiendo lo invendible, sin tener la más mínima intención de dar prueba de veracidad con sus acciones.


Eso, cariño, es lo que tú conoces como Branding

Soñando futuros que ya son ahora.

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