Y ... Terminó vestida de Catwoman colgada de las tejas que cubren el techo de su farmacia, observándonos más que nosotros a ella. Sin palabras ¿A que si?
Lo que resulta evidente es que si una farmacéutica terminó vestida de CatWoman colgada de las tejas que cubren el techo de su farmacia o bien sufre de alguna fiebre carnavalera o bien tiene algún enganche que supone un a modo de "extrañeza" con los personajes de comics y su estética, lo que deshace el argumento quitando peso a la segunda propuesta es la siguiente parte del texto, ¿observándonos más que nosotros a ella? La fijación por los personajes de comics muere irremediablemente en el análisis de esta acción porque observar, observar no es la elección que haría un superhéroe acostumbrado a la intervención directa a la que les obliga el deseo de "salvar a todos" cueste lo que cueste. Ahora puede ser que sea la estética y alguna forma de fiebre carnavalera lo que hizo que nuestra farmacéutica tirara millas hasta colgarse de aquellas tejas. Quizá no sepas pero yo que vengo de lugares donde Dionisios campó a sus anchas escondido detrás del aparente nombre de "Fiestas de invierno" puedo reconocer, en el acto, los síntomas que traen deseos imperiosos de ocultar caras para despertar talentos especiales, sin ser descubiert@, por las miles de creencias y costumbres de todo un pueblo, lo que nos dio la pista, aún habiéndola conocido integrada y pegada a los asfaltos, de que con toda seguridad no era de la capital y la certeza que confirmaba nuestra hipótesis la facilitó su elección de colgarse de unas tejas, en vez las antenas analógicas y digitales que permiten vigilar desde más alto y tienen una connotación mucho más urbana.
Sea como sea, lo cierto, es que se zampó el bocata de chorizo regándolo con buen vino en un segundo y medio. Poco habladora y tendente solo a elegir gestos que crean susto y sorpresa para atraer atención sobre su intención y sus deseos, no es de extrañar que terminado el bocata el vino y el chorizo, aparecieran estos ricos elementos, transformados en lágrimas que nos avisaban que la alejábamos de la alegre cháchara con las que las lindas ratonas llenaban el mercado a la hora de la compra o no compra o bien terminaba la Gatafarmacéutica transformándose en un híbrido cargado de malas intenciones. Saltar de la mesa y caer en la alcantarilla más cercana, sucedió en un abrir y cerrar de ojo
¡Lástima que no tuvieras la lupa de Sherlock en la mochila! aunque bien pensado, mejor así, porque semejante suceso nos dio horas y horas de charla a la hora del café.
Pasear por las alcantarillas que hasta llegar al almacén que voltea la esquina de la farmacia y encontrar la respuesta de donde sacaba las infinitas remesas de Alka Seltzer fue un pequeño suceso que por no tener, ni tiene estructura dramática que enriquezca el relato. Sin embargo, después de tantas sorpresas, esta aventura, nos facilitó el conocimiento de que si bien una pregunta simple, viene a tener una respuesta aún más simple, todo lo que se mueve para dar con la respuesta es increíblemente más enriquecedor, como experiencia, que el mismo deseo de dar con la clave que resuelva tu pregunta.
De aquellos polvos miles de lodos porque CatWomanFarmacéutica se convirtió en un ejemplar único que llenó fiestas enteras cuando hicimos el estudio sobre "Las influencias en los peptidos con enlaces triples en una conjugación de ADN en el desarrollo y buen término de las fiestas carnavaleras a lo largo y ancho de este mundo" O, ¿Era al revés viejo amigo? "Las influencias de las Fiestas carnavaleras a lo largo y ancho de este mundo en los peptidos con enlaces triples en la conjugación del ADN" Fuera así o fuera al revés, lo que si es cierto, que no había nada más bello, en aquellas fiestas carnavaleras, que aquella Gata surgiendo del lodo y maullando a ritmo de la murga o charanga de turno.
Tanto, que me da en la nariz que voy a hacerte pillar la mochila, mientras llamo a CatWomanFarmacéutica para salir pitando al único carnaval que está por empezar en estas fechas, al sur en la isla donde nació Coralina.
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