viernes, 4 de junio de 2010

Directora de casting. Contando verdades.

Suena el teléfono.
246 ... si, ¿para cuando? ¿que cometido tienen? ¿algún perfíl específico? ¿de que forma tramitamos la contratación? Sin problemas, tengo fax en el despacho. Estoy completamente segura de que conseguiré tenerlos a todos.

Así comenzó mi primera experiencia en este mundillo. El dato preocupante era que me pedían 246 actores en 48 horas. Perfil: actores del gesto.

La contratación de actores se divide en varias fases.

Perfecto conocimiento de todo el proceso creativo al que estarán expuestos. Control absoluto de todos los elementos dramatúrgicos, de dirección, de estilo, técnicos que conformarán el proyecto. 

Conocimiento exhaustivo de las habilidades reales y no curriculares de una persona. (No sirve la selección de personal al uso. No hay tiempo de enseñar, sólo tiempo de construcción creativa y puesta en pie en plazos óptimos y adecuados)

Completa percepción de intereses, objetivos personales y profesionales de un aspirante. (No hay tiempo para ir limando asperezas o más bien, hay que conocer al detalle y de antemano las circunstancias que subyacen para tener preparadas hipótesis correctas de trabajo)

Capacidad de adaptación creativa, de aguante. Saber y conocer los entresijos de sus estructuras orgánicas creativas.

Tener un absoluto control de todos los elementos humanos que conformarán el equipo, quitar y poner hasta dar con el grupo que muestre similitudes máximas con el proceso del espectáculo.

Saber donde buscarlos. Saber donde encontrarlos. Saber comunicar correctamente el proyecto, las condiciones de contratación, las condiciones de ensayos, la importancia y el valor del todo el proyecto. Y Sobretodo, saber comunicar el sitio exacto, la tarea exacta y lo que se espera de ellos, sin que quede lugar a la más mínima duda.

Y seguirlos de continuo, resolviendo problemas, hasta que cae el telón

De aquellas trazas, hoy dibujos enteros recorren experiencias de todo tipo en esta profesión. Líneas que van desde las relaciones entre actores y técnicos. Desde directores a actores. Actores y autores. Actores y actores. Actores y público. Actores y cámaras. Revelan el trabajo oscuro de un profesional al que todos quieren comprar pero que cansado de tener ya no se compra.

De un amigo pasas a tener a un recitador completo que, sin respirar, puede soltar su currículo entero entre buche y buche de café. ¿Quién le dirá a éste que, al principio, en medio y al final, tu estás más atado a los hilvanes artísticos, que él, si fuera contratado? 

Esta entrada, sólo tiene un cometido: hacer un guiño a los actores que sufren el trasiego de pasear de casting en casting para luego correr a otras pruebas en este preciso momento.  No eres tú, no es tu trabajo, hay miles de pequeños detalles que escapan a tu control. Así que puedes hacer desaparecer, ahora mismo, el sufrimiento.

Y ahora, si. Subo a la pelu, retoco mi coqueto corte de pelo. Te llamo y dámos un paseo.

2 comentarios:

  1. ok te llamo en media hora, y hablamos, que estoy jarto de tanto calentamiento de cabeza bobo. Pero antes me tomo la golosina de la migraña esta.

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  2. Perfecto, así revisamos a fondo el desarrollo sistemático de la neurona paralizadora de ideas e imaginación y damos una patada al diccionario de dolor de cervicales del escritor adormilado.

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