viernes, 20 de agosto de 2010

Sí, es posible, me gusta el blanco y el negro.

Sí es posible, me gusta el blanco y negro. Pero también los colores brillantes que se nutren de fantasías 

O puede que me encante el blanco y negro que retumba de colores brillantes aunque nadie los vea de forma consciente. 


Siempre me resulta cómico los desgastes de pensamiento y argumentos que buscan explicación al uso de los colores hablando como si de tablas rasas hubieran encontrado sus proporciones. Tablas que si consultaran y midieran ofrecerían una visión completa del interior de las personas. Colores negro para asumir tristezas, blancos para consumir purezas, amarillos para comprar envidias, rojos para designar pasiones ocultas y no tan ocultas. Recuerdo un juego de expresión corporal que pretendía dar credibilidad a estos inventos y recuerdo como caían uno a uno todos los cuentos en cuanto no era un español quien entraba al ruedo donde habían colgado focos para que pudiéramos trabajar el cuerpo con la imaginación y el color. Conclusión lo  que prima son las creencias y sobre ellas funcionamos más de lo que nos atreveríamos a nombrar. Pero hay otra percepción a la que merece la pena prestar atención. Si Juan trabaja el color sobre la base de sus propias creencias y yo sobre las mías teniendo resultados contrarios y Juan y yo somos seres humanos, quizá, si elijo creer lo que él cree lo veré como él lo ve. Dicho y enseguida a hacerlo, escuchar para probar y descubrir que puedo elegir en lo que quiero creer.


La aplicación de esta experiencia simple sacada de un laboratorio de investigación teatral tiene implicaciones de vital importancia en muchos contextos, ámbitos y recovecos internos y externos pero toca a cada uno investigar y decidir que hacer con ellos. Aquí hay tela pero tela marinera de la buena, porque haciendo pruebas pequeñas, como estás, en casa, a solas, con un par de filtros que coloreen tus bombillas y una música cualquiera descubres que lo que te dijeron que era, puede no ser si decides que no sea y eso da un poder inmenso que se debería contemplar desde bastante cerca.


Yo me circunscribo a juegos que se venden en el sector del diseño de logos, tiendas y eventos. El valor que realmente tienen el cuento de que los colores influyen en los estados anímicos transformándolos por entero concluyendo que se pueden medir esos cambios, tiene un valor mínimo que para amplificarlo tiene que ser sometido al conocimiento del público que queramos transformar. Si bien es cierto que es posible y fácilmente realizable esos cambios en los estados anímico, no resulta cierto, que el estudio del color pueda ser tomado tan a la ligera. No existiendo reglas de estricto cumplimiento, donde hay que aprender, es a leer es en las creencias que posee quien terminará asistiendo a la manifestación del color, sea este ubicado en una corbata, en un logo, en una mesa cualquiera o en un evento. 


De mi experiencia digo que no es el soporte quien dará viabilidad a un mensaje, sino la potencia de este que una vez ha sido bien construido será quien usará el color para comunicarse y establecer diálogos y no sirve para jugar a introducir mensajes, de forma inconsciente, más allá de un espacio indeterminado de tiempo que parecerá marcado por un estado de sugestión pero que morirá en el mismo instante donde la experiencia lleve a la reflexión. Si es que llega, porque puede que hallan personas entre el público que no compartan tus creencias sobre el color y ya que me arranco, sobre las formas.


De aquellos cuentos un sin fin de despropósitos que se ven en los eventos que programan empresas que queriendo ser marcas, siguen quedando en el puesto que poseían ya en el mercado.


Del glamur a la utilidad real. Es lo que plantea mi trabajo diario en esto del diseño de Experiencias para eventos y actividades de Team Building.

Así que si, que me encanta el blanco y el negro y me encantan los colores brillantes que se nutren de fantasías con las que elaborar mensajes que transmitan el Valor funcional, emocional y de responsabilidad social que tienen las empresas que quiere hacer un cambio rotundo a marcas. 


Del Branding al Brindis por el trabajo bien hecho. Esa es mi única prioridad y la prioridad de todos mis compañeros.



2 comentarios:

  1. El color en un mundo que debió haber sido en blanco y negro disuelve las expectativas...

    http://www.boston.com/bigpicture/2010/08/russia_in_color_a_century_ago.html

    Saludos rojos, verdes y azules desde un mundo en blanco y negro.

    José Erre.

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  2. Las vi. Me parecen geniales.

    Un placer verlas.

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