jueves, 19 de agosto de 2010

Técnica de actores. Útil para todos.

Herramientas de trabajo básicas en el trabajo de interpretación


Las herramientas básicas que utilizan los actores para estudiar y construir escenas son: Circunstancias externas, internas, previas, subyacentes. Vínculos, conflictos, acciones y objetivos. Un actor ha de saber leerlas, ha de saber como manejarlas y utilizarlas en todo momento. Su dominio sobre estas estructuras ha de ser total, el objetivo de cualquier entrenamiento actoral busca mecanizarlas, automatizar su funcionamiento hasta convertir al actor en un ejecutor completamente natural de ellas. 

Estas estructuras manejan el movimiento de cualquier escena y conforman la convención que le permite a un actor matar a su mejor amigo, besar a su peor enemigo y hacer que el público se lo crea. Es la cualidad que todos temen que salga a la calle cuando nos ven en escena. Lo que nos dota de un cierto y misterioso poder que atemoriza a todos. El sentimiento de si engaña tan bien en escena ¿que no hará en la calle?. Es un temor que en realidad no tiene ningún fundamento y no lo tiene porque el actor se cansa de jugar roles que no tienen nada que ver con él, porque a los dos meses de empezar a jugar con estas herramientas descubre que si la "mentira" tiene efecto en medio de una convención escénica es porque la convención escénica está controlada de principio a fin. 

Los misteriosos sucesos que desembocan en esta percepción son las certezas que acumulas a base de experiencias de que en realidad esta estructura es móvil. Siempre está en continuo movimiento. Un movimiento que traspasa conceptos lineales de tiempo y espacio. El actor termina conociendo que las circunstancias externas e internas de un personaje son en ese momento igual que los vínculos pero experimenta la fuerza de su objetivo luchando por vencer al objetivo del partener que generan conflictos nuevos, acciones nuevas con objetivos nuevos. También empieza a reconocer que las circunstancias subyacentes tienen un peso demasiado grande en la escena, experimenta que lo que pasó ayer entre actores, director y técnicos influye. Que lo que contó el telediario influye. Que sentir un dolor de cabeza que ayer no tuvo influye. Aún acabado el proceso de ensayos, rodado el espectáculo y acostumbrados a la rutina de toda la convención día a día las escenas cambian en detalles mínimos y el actor se convierte en un felino que está siempre escuchando cualquier mínimo cambio.

Así cuando el público observa una estructura que le parece inmóvil, en realidad observa una estructura que lucha hasta la victoria concediendo crédito a la muerte por conseguir caer en la convención que tienes decidida desde que el autor visionó.

Cuando reviso espacios escénicos y espacios de vida real no encuentro muchas diferencias, encuentro que mis compañeros y yo hemos entrenado ciertas habilidades que nos hacen controlar espacios, lecturas de personas, perfecta composición de un trabajo en equipo de alto rendimiento, mecanismos que saben que emociona, que causa risa, que trae tristezas, que levanta de los asientos. Sabemos hablar de manera perfecta, caminar adecuadamente, escuchar hasta lo que no se dice. Observar hasta lo que no se cuenta. Nos movemos despacio, lento y deprisa sin causar revuelo o causandolo para generar espacios nuevos de convivencia, explicación y sabemos compartir experiencias sin temor. Somos más sensibles a los datos, descubrimos objetivos ocultos. Luchamos a muerte por conseguir un objetivo. Elaboramos acciones, discursos y mensajes más poéticos, más técnicos, más estéticos. Y producimos el espejismo de que somos algo adivinos del futuro.  Pero tenemos el mismo control sobre nuestras propias vidas que el control que tienen todos.


De todos los efectos que provoca el movimiento experimentado de esta estructura rescato otro de una importancia capital. Cuando se ejecuta una acción interna o externa, tiene infinitas posibilidades de dirección pero todas corresponden a un movimiento natural complejo que nos permite ser creativos porque podemos probar nuevas hipótesis y de saltar a la luna podemos caer directamente en la cocina o en la corte. Pero también somos conscientes de que la creatividad tiene normas y sólo se camina por donde se establece una especial coherencia interna. De tirar la mano hacia adelante, nunca obtendrás un movimiento a la izquierda, y si lo haces, el público notará la falsedad de tu acción.

La apreciación del concepto de movimiento sobre la estructura que construyen todas las escenas del teatro y de la vida. Es de una utilidad maravillosa en todos los ámbitos, profesiones y personas. Lo dejo a espacio abierto a la reflexión sobre su utilización.


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