Dentro del Arte, un profundo sentido de misión

¡Valla, ya se me ha puesto mística, esta amiga!

Y casi pero no, o si,  el caso es que, de alguna forma que aparenta ser "extraña" palabras que llegan desde afuera, resuenan cercanas y conocidas entre las telas de mis entendederas.

¿De que van tus proyectos? 
No me hagas rebuscar palabros que se hilvanan para contar lo que ni yo entiendo, piensa mi cabeza afiebrada y loca de momentos donde la creatividad fluye y se viene atar pies, como caricias que llegan de aguas de mar frescas. Ser útil, hay que ser útil llegan rumores quedos desde las orillas que vieron pasar mi infancia y pienso, ¿estaré poseída por algún ente que anda aún perdido entre paisajes de artes constructivistas que buscaban, trasladar belleza hasta en los objetivos y usos más rutinarios? 

¿Que buscan tus proyectos? 
Y de nuevo suena la nota que se arrastra desde lejanos recuerdos que vuelven a gritar, ser útil, hay que ser útil.

No busco fama y a veces, ni busco dinero aunque sepa que la necesidad apremia y que yo venciendo, vencería todo un entorno que lucha contra miles de malos entendidos con semejante palabra. 

Fama, a veces, la tuve pero murió detrás de la palabra vanidad que parecía ser esposa, amante y madre de esa búsqueda. Dinero, a veces va y a veces, viene y aún no le até bien las riendas para saber como se escurre y como aparece. Sin embargo, sigue la nota brillando y entre brillo y brillo vuelve a gritar "Ser útil, hay que ser útil" 

¿Crees que lo estás consiguiendo?
Me esfuerzo siempre, siempre me esfuerzo en esto. Cualquier cosa que toco y me repercute en éxito o mejoras, la suelto aquí y allá esperando que suene la flauta y que por casualidad o causalidad se convierta en bladosa de oro para que otro pueda encontrar caminos y senderos nuevos.

¿Que quieres con eso?
¡Que pesada está mi amiga esta mañana! (Al público, sin que se entere la amiga)

Quiero cambiarlo todo, quiero que sea cierto aquello de me levanté tan temprano que puse todos los paisajes y calles esperando que lleguen tod@s. Imagino que el mundo se levanta un día y abriendo ojitos, vea, calles empedradas de finas perlas, piedras preciosas y colores imposibles. Quiero que, un día, exorcizado el sueño, la increíble belleza escondida tras ojos cerrados perciba que la felicidad es tal al ver solo la vida, que da igual sufrimientos y goces, y que de tanto que les pesen felicidades nunca contempladas, dejen de temer al hermano.

¿Cual es la acción que usas?
Se tanto de Arte y veo tantos sufrimientos que el mismo Arte alivia que me esfuerzo en trasladar los secretos a los lenguajes más diversos.

AraceliMásArte, querida amiga, estás poseída por un fuerte deseo de misión en tu vida.

(Y de antagonista a protagonista del cuento)

Valla, ¡Y yo con estos pelos!

Cuentan los viejos que me criaron, que había en Japón un jardinero. El jardinero, un día, encontró un jardín abierto en honor a una personalidad que amaba y a la que encantaban los cerezos. "Plantaré aquí cerezos". ¿Plantar cerezos aquí, donde nunca luce el sol y las nieves frías ocupan todo el espacio, tiempo?  "Plantaré aquí cerezos".  Muchos años de esfuerzos vanos y  tremendos fracasos, adornados con miles de sonrisas y rumores que chismorreaban apostando por cuanta locura sostendrá a ese payaso jardinero, en semejante empresa por conseguir esa tarea imposible, pero un día, creció uno de sus cerezos y hoy hay 8 mil en el jardín donde, no podía crecer más que la imagen de lo imposible, herman@.

Solo debes saber, que con semejante sentido de misión en la vida, estás condenada a cumplir tu deseo, en esta o cualquier otra vida. Mañana despertarás y exorcizado el sueño, contigo verán ojitos asombrados, aquellas calles empedradas de finas perlas, piedras preciosas y colores imposibles que el Arte útil dejará como prueba de que lo imposible, realmente, es lo único posible.

Pues, menos mal, amiga mía, que te has levantado pesada esta mañana.

(Mutis por el foro)