Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do o ¿De verdad creemos que se acabó el cuento?
De los cuentos miles de inventos. De los inventos, miles de juegos. De los juegos, miles de sueños. De los sueños, miles de historias que se esconden en recovecos y la única solución es convertirse en arqueólogo, misionero de risas, minero de infiernos, catador de cielos, costurera de ingenios, fumadora de vuelos, compositor de vientos, negociador de fuegos, revisor de tormentas, coleccionista de oscuros huecos o actor que juega al juego de los juegos y con ellos cuenta cuentos o los enreda o los hilvana en historias nuevas.
Siempre quedan los después de tomar perdices y ser felices. Lo que se apuntó pero no se contó. Lo que se olvidó contar. Lo que nunca se quiso explicar. Lo de antes de "Erase una vez ...". Las historias refulgentes de personajes secundarios, antagonistas de pasiones. Los dimes y diretes de decisiones tomadas a mitad o a la cuarta parte o lejos, muy lejos del lugar.
¿Qué pasó con ...?
Personajes secundarios o personajes olvidados:
Calixto y Europa después de la tormenta solar. Pegaso de padrino, tu y yo de invitados agarrados de Pierrot que andaba algo asustado.
Juanito el de los rododendros y sus masajes.
Un Pierrot recompuesto y una Colombina casquivana.
El submarino cargado de zumo de fresas.
Nuestros noctámbulos amigos: Las lindas ratonas, el Pirata de la noche y la no amiga de turno de viaje por la China
Pepe microorganismo y el Rey Arturo descolgándose por la cabeza de tu vecino
¿Y si ...? y entonces ... y luego vamos y zasssss ... ¿les componemos un cuento?
Saca papel, lápiz, prepara la mochila, olvida remilgos porque salimos esta misma noche.
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