Cuando el crecimiento sube reptando por ellos y ya ni recuerdas, de donde vinieron o por donde se fueron. Te pillan, a solas, o rodeada de miles de vidas, te toman al asalto convertidos en determinación, seguridad y envueltos en un "es posible" grande y amplio. Aunque luego, los sueños, cuando caen en el mundo real, amanezcan sembrados de obstáculos y por momentos, se conviertan en pesadillas recurrentes que te acompañan siempre, los sueños, traen consigo la semilla del éxito, porque ellos quieren vivir más que tu darles la vida.
Ante un sueño que sueña con convertirse en reto sólo queda la rendición y la huida de tu propia vida o la de librar batalla hasta que el sueño, convertido en reto, se manifiesta en tu rutina como si hubiese sido, siempre, parte de ella.
Librando batallas descanso de una vida semidormida, que la mayoría de los "debes hacer y ser esto" sufre. Librando batallas comencé a trabajar en un escenario. Aterricé en Madrid. Volé a miles de encuentros nuevos que enriquecieron mi vida personal, laboral y económica. Me volqué en proyectos imposibles, perdí mientras ganaba y gané mientras perdía. Librando batallas destruí senderos viejos y abrí autopistas inmensas.
Librando batallas por amar tanto a los sueños que los dejo libres para convertirse en retos, descubro a diario, que YO SIEMPRE PUEDO.
Bello, interesante, intrigante...
ResponderEliminarPD. Me encanta esa actitud! "YO SIEMPRE PUEDO" :-)
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