martes, 17 de agosto de 2010

Momentos inolvidables desde la primavera


La primavera,


Espacio que parece agotar la espera. Revientan los brotes de nacimientos eternos meciendo semillas que ocultaban fríos helando superficies y guardando secretos de vida. Explota la esperanza que anidaba en corazones celosos y cuidadosos de todo lo bueno. Abandono de hogares para compartir sabores pero afuera. Lento desperezo de sueños que andaban hibernando mientras tomaban fuerzas. Vientos que soplan levantando cimas que alcanzas ahora a pesar de que ayer no llegabas aunque las veías muy pequeñitas y hoy se levantan a kilómetros del suelo. Primeros juegos y risas de niños que se cuelan por ventanas abiertas. Baile de tonos iridiscentes que bajan despacio desde la luna para alcanzar cabezas tocadas de tristezas.


Me visten los colores de los juegos eternos. Abro la maleta que guarda todo el material de cuentos que dejaron allí los veranos, los otoños y los inviernos y pinto con ellos blancas hojas que arrancaran sonrisas, reflexiones y sutiles sentimientos que bailan al son de fusiones que detendrán confusiones. La creatividad asoma naricillas por todos los huecos. Me levanto y al suave contacto de pieles que empiezan a tostarse.


Descubro que algo cambia por dentro cuando logras hacer que la primavera aparezca, aunque el calendario marque el 31 de enero.

Ni te espero. Ven tu a mi encuentro. Si suena tu móvil sabrás que estoy en todas las calles. Vente pronto, tomamos una clara a la luz de la luna y me cuentas.

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