Trabajo en espacios no convencionales

Trabajos en espacios no convencionales


Elecciones de gran impacto visual que ocultan una necesidad de diálogo que rompe barreras saltando, sin consideración la cuarta pared que nunca termina de construirse o se construye para poder comunicar pero hacerlo desde otro lado.


La cuarta pared dialoga con un público que tarda o no reconoce nunca que a pesar de no emitir palabra, sin embargo, no para de comentar hasta el punto de parecer un loro travieso. Obliga al artista que ocupa el espacio escénico a escuchar lo que parece no dicho, a transformar la emisión después de recibir el mensaje que parece que nadie emitió para volver a escuchar lo que vuelve a parecer que nadie dice para volver a transformar la emisión después del recibir el mensaje que parece que nadie emitió. Bajar de un espacio que contempla la construcción de esta cuarta pared invita a todos los participantes en un diálogo apresurado y complejo que se produce en vestuarios, pasillos, vestíbulos, calles y bares donde público y artistas debaten apasionados.


Lo que pocos saben, es que trabajar a conciencia la cuarta pared te convierte en un ser con altas habilidades de seducción, pero esto es otro tema.


Los espacios no convencionales viven del mismo proceso pero el público está tan cerca que puedes oír su respiración, ver su cara, sus ojos, sus gestos y los comentarios quedos que le dedicas a tu acompañante. La comunicación se ve favorecida porque el cúmulo de informaciones son mucho más variadas. Mientras la cuarta pared obliga a estructurar movimientos en el dibujo del ojo de una cerradura, el espacio no convencional exige de un dominio de toda la escena, los movimientos ocupan el todo y el cuerpo se esparce entre los miles de ojos que te miran.  Las piezas se construyen con conflictos simples porque el conflicto creativo real será el que se viva en el momento. Los conflictos simples amplifican los espacios para construir diálogos perfectos. La cuarta pared invita al espectador a ver una experiencia, un espacio no convencional obliga al espectador a ser parte del espectáculo, le invita a compartir una aventura y el artista sabe que es el anfitrión de todo el evento. Dejar un espacio no convencional no trae la consecuencia de querer emitir palabra y abrir debates, trae la sensación de irte a casa habiendo hablado hasta quedarte afónico y ser escuchado de tal manera que sabes ser alguien concreto para todos los que jugaron contigo. 


Adoro cualquiera de los dos trabajos, no puedo quedarme con ninguno, cada uno es útil a su manera pero recuerdo que yo nací y crecí en trabajo en espacios no convencionales de donde saqué un amor máximo por la comunicación y el diálogo. En el trabajo sobre estos espacios nació mi pasión por el Marketing de experiencias que crea cultura de marcas en eventos que buscan Reputación, cuidando el Valor Funcional, el Valor Emocional, el Valor de Responsabilidad Social Corporativa. Pasión por hacer las cosas útiles cuidando Branding y Brandbuilding.

Hablar con los artistas protagonistas de la muestra que os dejo fue un placer inmenso, parecía que nos conocíamos de muy viejo. Hablamos el mismo lenguaje y es fascinante ver como, lejos de estilo y técnica, ellos en Polonia y yo en España éramos parecido material de cuentos.