viernes, 29 de octubre de 2010

Como si. Técnica de actores útil para todos

Conflictos que acaban convirtiéndose en Como si ... y que pierden la imagen de malos consejeros


Los como si, llegan de los juegos que traen los niños y terminan construyendo historias que dan forma a piezas artística en todos los ámbitos. Que a ti ya no te interesen los como si de los niños, no implica que no busques como si de forma constante para lograr atrapar el mundo de las posibilidades en tus manos. Si no te atreves a probar un como si, de seguro, te encantará ver como funciona en un conocido o en una pieza de arte. Los como si, dan miedo, cuando no terminas de adivinar el resultado de seguirlos en tu vida, pero los como si dan alas a todos los artistas que pueden probarlos a conciencia en espacios escénicos, sin temer que la vida les de un vuelco delante de sus naricillas. Os cuento un secreto, cuando uno prueba y prueba como sis, termina descubriendo que la vida no vivida es la que nunca corrió detrás de un como si sea del tipo que sea y cuando uno no corre detrás de un como si, no recuerda, que da igual donde llegues porque siempre se puede dar la vuelta.


Sin un como si un actor no sale a escena, porque no hay ni siquiera la escena existe. Cuando aparece el como si todos, desde el más grande hasta el más pequeño, el más gordo o más flaco de los elementos que construyen historias se ponen en movimiento. 


El como si, atrae a la acción y la acción es la base que sustenta a cualquiera de las artes escénicas. El como si, construye pero también te permite jugar la escena a muerte porque es quien sitúa todo en el espacio correcto que permite a todos jugar sin provocar daños. Los actores se entrenan a diario para sacar el mayor rendimiento a este factor, las clases de expresión corporal permiten dar amplitud al juego y en interpretación aprendes a limitar el juego al encuadre preciso que requiere la historia y sus mensajes. 


El conflicto te permite morir en escena, el como si convierte al conflicto a la cualidad de jugar a morir en escena, dividiendo la conciencia en dos apartados que evolucionan de forma paralela dejando que existan la capacidad de observar para tomar decisiones de alto compromiso y seriedad, mientras permites que aparezca la certeza de que pase, lo que pase, dará igual porque tú estás en medio de un juego: La convención teatral. Sin estos dos elementos funcionando en continuo movimiento y controlados por artistas eficientes, tú no podrás nunca apreciar la aparición del duende, que te hace creer en el espejismo que ves de frente.

Adivinar la utilidad que tiene el como si para la vida que no pertenece a la escena, es algo que precisa una atención esforzada y pendiente porque se enreda en hilos de seriedad tan plena las tareas que nos traen de cabeza que resulta, a simple vista, algo hasta indecoroso pensar que por aprender a jugar un conflicto puedes resolver con más agilidad cualquier compromiso.


Pero ojo y atento, creo que yo hago lo que tengo que hacer, pero haciendo aún solo esto, soy capaz de convertir en un juego asombroso, divertido y serio cualquier tarea por muy fastidiosa que me parezca. A través de estos entrenamientos soy capaz de mantener intacta la curiosidad más inmaculada ante rutinas en las que se te va la vida y con un poquito de salsa creativa soy capaz de manchar con finas hebras de frescura las consecuencias lastimeras que provocan circunstancias favorables y no tan halagüeñas. Ya sabes, de esas que trae la vida, sin que tu las busques siquiera. 

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