viernes, 12 de noviembre de 2010

De los que venden y compran arte para eventos



El artista, puede vender que controla la puesta en pie de mensajes pero el artista no puede vender que la experiencia compartida no valla a desembocar en un diálogo constante que requiere adaptación y adecuación completa. 


Si mi intención es lograr una calidad máxima en el desarrollo de mi pieza artística, las técnicas, medios y herramientas de que debo usar deben tener una calidad perfecta y conseguir resultados óptimos en todos los momentos. De entre todas las cualidades, la que más valoro en un artista de las artes escénicas, es su capacidad de estar seguro en la escena para conseguir esa seguridad, lo único válido para ellos, es perseguir las herramientas que comprobadas por él mismo ya conoce como adecuadas a su perfil concreto. Quien conoce, sabe que es necesario mucho estudio y mucha práctica para conseguir guardar esos secretos. También, es valorable su capacidad para asumir las diferencias entre los lenguajes y espacios. Si para ellos, resulta imprescindible, manejar todos los detalles con sumo cuidado, cuando el soporte se va a eventos y es el objetivo del otro el que está en juego, resulta siempre "extraño" que no den más crédito al trabajo que se requiere que el exigir que "sea más barato" o "lo que me gusta es" como si estuvieran valorando una nota en Facebook. 


Sin criterios, sin conocimientos las empresas han estado usando sus eventos como si de una pared que hay que llenar de cuadros habláramos. No es achacable esta carencia a la única responsabilidad de las empresas, resulta fascinante comprobar, como han habido y hay miles de agencias que se han esforzado, sobremanera, en sostener ese estatus quo que no beneficia ni a unos, ni a otros, manteniendo el sueño de que son válidas cuatro formulas protocolarias para tener éxito. Son las agencias que trabajan codo a codo con artistas, los que callados desde hace tiempo, soportando ver como se tiran millones a la papelera y al ver los aires de cambio que traen las experiencias de consumidores cansados y aburridos de ser solo clientes, ven por vez primera, que si se precisa de soportes publicitarios y lenguajes nuevos, son las redes y los eventos los que pueden cumplir con los objetivos que necesitan de soportes que lleven gran cantidad de contenidos y mensajes cada vez más complicados que precisan de diálogo interactivo constante para adaptarse a los nuevos tiempos. 


Son las agencias de organización de eventos que trabajan codo a codo con artistas, las que deben ponerse a la labor de ofrecer criterios válidos aportando herramientas para que el sector de eventos, tome riendas dando soluciones, en un asunto de máxima urgencia que aparece por el cambio radical en las actitudes de consumidores cansados y gastados de tanto grito repetido y de tanta sugerencia hipnótica que canta la tarara dejando entrever contradicciones que terminan convirtiéndose en chazas y charadas que describen empresas cada vez más desesperadas porque por saber, saben, pero no pueden conseguir de la noche a la mañana cambiar hábitos, sin que les contemos por donde tirar sin caerse.


La contratación por pura rutina dejada en manos del que siente que va a comerse un marrón simplemente porque si lo hace la competencia también lo debo hacer yo, debe dejar paso, a un desarrollo perfecto que utilice correctamente el soporte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario