lunes, 10 de enero de 2011

Creatividad ¿Dónde te escondes?

Creatividad ¿Dónde te escondes?

"Peazo" ´título ¿Eh? ... Imponente. Ven, que te cuento para que te quedes dejes quietas las patillas de sus gafas, que hoy estoy serena y me aturden tus caras clases de esgrima contundente.

Nadie puede negar que de semejante título rezuman sorpresas que aguardan solapadas en los rincones disfrazadas de palabras grandes que se figuran difusas y llenas de significados esotéricos con las que bailas, confundida entre musas que se llaman imaginación, inspiración, pensamiento divergente, imaginación constructiva, pensamiento original y mil nombres más, que no vamos a relatar, porque sería una auténtica locura.

Cuando nombras esta palabra la imaginación se desata y enseguida dibujas rayos místicos que caen sobre personas que por algún tipo de hada fueron tocadas. Sospechas que obligan a bajar guardias y que avisan de que, en alguna parte, debo tener algo que funciona a ratos pero que me aleja, sin remedio, de gozar de la brillantez que brilla en esas caras que radian luces que nunca siento en mis entrañas, pero yo te digo, te mientes y te mientes porque tú lo eres y lo único que no tienes es control sobre los procesos que llevan a mantener a la creatividad rozando el paño de tu abrigo en invierno para pasar a enroscarse en el hilo que cose tu camisa de lino en verano.


¡Que donde te escondes, creatividad, que pareces lejana y desdeñas mi compañía!, terminas gritando mientras ella, esquiva, ríe escondiendo su cara entre las hermosas acciones rutinarias que ejecutas a diario.


Entre tu y yo no existe diferencia o lo único que cae como certeza para que revises contextos es que yo elegí controlarla como una herramienta hasta hacer de su uso algo mecánico. Si ella es nombrable como la capacidad de generar nuevas ideas por asociación de distintos tipos de información agrupando ésta de forma audaz para producir soluciones del todo originales, no podrás negar que, sin querer, la usas a diario para superar infinidad de "obstáculos" que das por rutinarios, no en vano te he visto improvisar un plato en tu cocina a la falta de dos ingredientes y decidiendo no bajar hasta el supermercado más cercano en vista de que la pereza campó en tu casa un rato. 


Verla como una herramienta y como todo un proceso es suspender en el aire toda la información que acumulaste y que seas capaz de recordar para hacerla bailar delante de la situación a la que le quieres dar un resultado diferente, esperando, que en el movimiento improvisado todos los elementos adopten posturas y juegos que hasta ahora nunca observaste. Rescatar las posiciones que dejó la danza y dirigirlas de un solo toque  a tus manos, tus pies y tu cabeza para que ellos ejecuten de nuevo el movimiento en un papel, un trozo de vida o una estela de acciones que dibujen un sendero nuevo por el que pasear, es su juego.


La creatividad tiene su vida en la necesidad de convertir un sueño en realidad y se pone en acción cuando elige encontrar soluciones que permitan superar los obstáculos reales que se manifiestan en el proceso de la ejecución de un sueño convertido en reto. La puedes encontrar dibujada en resultados o puedes elegir tenerla siempre cerca como un proceso infinito que hará de tu vida algo más bello. Aunque no te niego que mantenerla a raya exige un gran esfuerzo, yo la recomiendo como compañera de vida y la siento una amiga tan verdadera, que nunca querrás tenerla lejos.


Creatividad ¿Dónde te escondes?
Aquí estoy, sentada a tu vera.



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