martes, 4 de enero de 2011

Un año para gozarlo transformado en retos

2011, un año para gozarlo transformado sueños en grandes retos


Fiestas que se convierten en espacio vivo para la reflexión y la puesta en marcha de la determinación más pura mientras agrupas momentos que te recompensan, con otros que llegan disfrazados de fracasos y que llevarían al encuentro de una tonta sensación de impotencia, sino fuera, por la absoluta  certeza de que si los fracasos no fueran simples pruebas para conseguir el éxito, ni siquiera llegar hasta tu casa, respondiendo a tu invitación, se habría convertido en una tarea tan cotidiana y rutinaria que hoy no merece ni que le preste la más mínima atención. 


Llegando a estas fechas surgen miles de caras descompuestas que indican, en medio de lamentos y quejas, un, dije que haría y no lo logré, para verse como en cinco segundo se descomponen más por medir si merece la pena seguir intentado perseguir el sueño o por el contrario, merece el castigo de envolverlo en tela de resignación para esconderlo en lo más profundo del baúl que, mañana, ya repleto y cada vez más pesado cansará tu cuerpo, tu mente y tus emociones hasta convertirte en un viejo agotado y dolorido que espera pacientemente el paso lento de los tiempos, convencido, de que si ha sido así, es porque en alguna parte, lo has decidido, y la gracia está, en que resulta ser cierta tu percepción. Envejeciste, si, pero fue cuando tiraste la toalla, cuando elegiste no transformar tus sueños en retos para construir luego, cuentos útiles con las experiencias que acumulaste, y dejar que fueran ellos, tus sueños, los que libres y a lomos del viento dirigieran tus pasos. Fue, cuando por propia decisión, los convertiste en pesados objetos que arrastras culpando a la vida, a las circunstancias y al mundo entero por no "ayudarte" a cumplirlos, y crees que son ellos, los que no te "ayudaron" los que deben pagar el castigo de no verlos manifestados. Por el camino,  Dejaste en manos ajenas el convencimiento de la real perfección de tus visiones y el esfuerzo que debería imprimirse para trasladarlos al mundo real, olvidaste que una vez soñados, tú debes convertirlos en retos consiguiendo transformar contexto y trasladarlos a cuentos que te ayuden y ayuden a otros, para luego, venderlos.


En el 2010 aprendí que si todo esto era cierto, yo podía imprimir aún más certeza para cambiar todas mis circunstancias, hasta tal punto, construí con fuerza esta determinación que, estrenando el año nuevo, descubro, que debo agradecimiento por venir de donde vengo, ser como alma que se deja llevar por el viento pero atada a la madre tierra con raíces profundas que se adaptan y flexionan para que yo consiga alcanzar aquella estrella. Y que si hoy no la alcanzó, sin duda, mañana estaré sentada en ella.


En el 2011 tengo la sospecha de que si en tiempos tan cercanos aún, conseguí desplegar tan infinito potencial a pesar de los miles de obstáculos y miles de vientos en contra, en realidad, me debe importar muy poco lo que esté por llegar, porque arrastrando pesares y mareas rebeldes yo brillo y mañana brillaré aún más.


Convirtiendo en promesas envueltas en determinación pura, te aviso, acabas de conocerme y seguiremos junt@s durante mucho tiempo, en medio, te aseguro, de que pase lo que pase, estoy completamente segura de que seremos felices, sea como sea.


Así que siguiendo la estela que titula este post y para que nos enteremos, tengo la convicción absoluta de que gozaremos de un año en el que todo será transformado en grandes retos, hasta la consecución de todos los éxitos.


En dos segundos te veo y paseamos por el retiro para terminar en un café cualquiera tomando un té calentito y contarte que si a alguien hay que culpar, todo llega de la Antígona de Jean Anohuil que es siempre como un "peazo" de tormenta en mi cabeza.


Creón: La felicidad es un trozo pequeño que uno roe sentado al sol.
Antígona: Si la felicidad es un trozo pequeño que uno roe al sol, yo no la quiero.


Antígona enredada entre aquellas perlas que entrenan los actores: Lo importante está en el camino y no el resultado que, sin embargo, si que llevan a resultados espléndidos.

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