Cuando el texto son solo palabras impresas ya baila en intrincados significados en la mente del receptor y se dibuja como la Imagen que se ocupa de una sola voz pero, cuando el texto quiere ser puesto en pie, debe asumirse como tejido que obtendrá su culminación en la acción y se manifiesta como el Branding que diseña voces interactivas que buscan soluciones conjuntas.
De forma habitual oirás en boca de artistas que viven y trabajan en el espacio escénico el esfuerzo sobre humano que les hes conferido a la hora de realizar la partitura de acciones, una intrincada red de contenidos que deben trasladarse a un gesto o movimiento concreto convirtiendo la acción en un signo que traslada cantidades ingentes de información relevante e imprescindible para la transmisión del mensaje que lleva la pieza que estén montando.
El artista escénico aprende a mecanizar su propia línea de acciones justo para descubrir que debe abrir todos los espacios para la interacción constante con todas las líneas del equipo con el que trabaja, su vida en escena es la vida del que dialoga sin pausa y su cometido principal es convertirse en un instrumento capaz de seguir la línea de adaptaciones necesarias en una lucha sin cuartel para manifestar la consecución del objetivo que le lleva a subir a las tablas o quedarse detrás de bambalinas bailando el color, el sonido o los movimientos de todos en el escenario.
Si lo quieres ver al revés, mi primer profesor de teatro, nos facilitó un pequeño ejercicio que nos dio la posibilidad de ver la magnitud de la tarea antes de acometer el trabajo en ella. Toma una escena de tu vida que no ocupe más de 1 minuto para trasladarla a papel y enseguida empezar a desgranarla con las pautas que hemos revisado anteriormente: Saca las circunstancias, revisa, las externas, internas, los vínculos que te unen a las personas que construyeron aquel momento contigo, encuentra toda la línea de objetivos y tu objetivo principal, revisa el objetivo de tus compañeros, encuentra sus objetivos y el máximo objetivo que los mueve, observa y desestructura una a una toda la partitura de acciones que han aparecido, revisa en que acciones se ve el objetivo, el vínculo, las circunstancias. Sacarás de un minuto tantas páginas que creerás estar componiendo tu obra magna y descubrirás que nunca hubo mejor elección sobre la acción que la que tomaste en aquel momento vivido pero que siempre habrá una mejor elección si eres tú quien está estructurando la escena vivida como una pieza que va a ser compartida en un diálogo interminable con un hipotético público asistente.
Acción en las artes escénicas es un todo que contiene todas las partes y son cada parte conteniendo al todo. Partituras para la voz en el tono, la vocalización y el acento. Partitura para el cuerpo en el movimiento, la quietud y el gesto. Partitura para las acciones físicas que controlan la voz, el cuerpo, el espacio y al compañero para la consecución de tu gran objetivo.
¿Vivir el personaje? Para mi, es mejor vivir toda la escena pero es algo que escondo lejos, muy lejos, cuando tú miras arrobado a la personalidad creada mientras yo me vanaglorio del diálogo que hemos mantenido en el contexto, tono y ritmo que yo te he propuesto.
El secreto, en la coherencia. La coherencia de todos los juegos que traslada la convención escénica que respeta tu diferencia para encontrar junt@s el momento de una acción correcta y nueva para vidas enteras.
Si no ves la utilidad, yo te la cuento, porque en el punto y final queda el que toda pieza escénica es comparable a cualquier proyecto que busque trasladar Valor Funcional, Emocional y de Responsabilidad.
Su articulo es maravilloso. Por la claridad y el rigor de cómo explica usted la técnica de las acciones físicas. Su artículo tiene además a mi modo de sentir una dimensión poética: el mundo creativo de la acción. Esto es lo que me apasiona de mi oficio. Y veo que a usted también.
ResponderEliminarGracias por esta joya;
Javier Cruz