jueves, 22 de agosto de 2013

De la puntilla al puntillismo. Construción de contenidos

De la puntilla al puntillismo o aquello de crear estilos, variados o variopintos, sabiendo de donde sale el tuyo aunque, de donde salga, sea tan "raro" como de donde sale el mío.

De la Paradoja del comediante extrayendo el juego de ahora, extrayendo construcciones desde dentro para mostrar fuera. Cuentan que si hay estilo a que remitirse para leer algunos de mis artículos, quizá debería enclavarse en lo que llamamos puntillismo y a contarte vengo, que, en realidad, es cierto. Más, observa pequeñas y sutiles diferencias de nacimiento que suben bajan y dar vigencia a la naturalidad con que parecen fluir las letras encadenando palabras y palabros que, enredando, enredando terminan destrozando hermosas madejas ya terminadas:

No he encontrado cultura más tendente al subrrealismo que aquella donde nací. Siendo canaria, puedo escuchar el relato que 20 canari@s dan a un suceso y extraer nudo, comienzo y desenlace, allí donde, siendo de fuera, terminas creyendo que ese grupo, dedica su vida a "gandulear" viviendo, 20 acampadas distintas hoy y 20 distintas mañana, sin importarme realmente, la vieja estructura del cuento artistotélico, permitiendo generar urgencia de observación, en el aquel diferente que vivió, y permitió seguir viendo cada contador del cuento. Cuando hablo, escribo y construyo, funciona mi estilo de la misma forma, aparentemente anárquica porque mientras, la mayoría busca la línea aventurera, yo buceo entre el sentir, el pensamiento y la aventura del cambio que aparece como promesa.

Siento, las manchas de color, como únicas en mi universo y si, levantas la vista y miras lo que visualmente me atrae, descubrirás que son ellas, las grandes protagonistas por razón aún más simple, nadie sospechó, ni siquiera yo, que tuviera falta de vista hasta cumplidos ya los que te hacen entrar en la madurez y allí, donde todo el mundo ve estilo, yo solo percibo, las formas donde mis ojos, se ocupaban en descifrar entornos, cuando mi tarea consistía, única y exclusivamente, en volver a bucear entre lo que se me dice, lo que siento, pienso y dibujo aventuras ante las vivencias de mi interlocutor. De mirada profunda, comentan, solo encuentras unos ojos que de cerca ven y se quedan atrapados en lo que ven, más, el baile de formas de colores que revolotean alrrededor. Si he de representarlas, ellas aparecen enganchadas a los hilos de los cuentos para darles naturalidad y argumentos.

Si subes y bajar por entre mis palabras y palabros, verás que, la única guía, son los signos de puntuación, y que, en hacerlos se te irá la vida para entender lo que cuento, porque, ellos, son tan importantes, como las notas que bailotean por los pentagramas de los músico. Y allí, donde ellos ven un silencio, una corchea o una semicorchea, yo acabo dando valores similares a mis puntos, comas y admiraciones. 

Y entonces, llega el escritor viejo agarrado fuertemente a su perilla y de un salto, se posiciona de frente, con la pluma en ristre para decirme que, admira mis viajes, donde yo admiro la cualidad de hilar, hilando fino, finisimo por las estrategias aristotélicas.

Así que, cuidando formas y formatos, tendremos que extraer, también, de la paradoja del comediante, la habilidad de crear estructuras desde fuera.

Ahhh, por favor ¡Y yo, con estos pelos!

Entrenando voy y entrenando vengo y por terminar rápido y que no te agobies leyendo, te digo, no son las formas y sus diferentes estilos de composición obstáculos insalvables, más bien son viajes que te cambiarán visiones y hábitos enriqueciendo los que tú ya traes, así que toma pluma y sábana blanca para darle, darle, darle y entresacar los estilos generadores de colores estridentes de las escrituras italianas. Los desbordantes y trepidantes ritmos americanos o la alegre visión poética de los franceses escribiendo, dibujando, pintando o poniendo, en pie, lindas piezas porque, entre que vas y vienes, te digo, viajar es un placer y más placer aún, cuando, de ver, pasas a convivir para enriquecer tu propia experiencia, con estructuras nuevas.

Lo único importante, es que, en todas partes hay ganas de expresión y de contar cuentos para encontrar la forma más perfecta de relación y la más correcta de clavar la puntilla explicando tu visión para crear espacios de colaboración.

Siendo que vivo, justo en medio del arte, te cuento que, siendo la puntilla, la madre de tu objetivo, yo me lanzo hacia el puntillismo, para evitar enojos o deshacer entuertos, sin emitir amenza y que, eso, precisamente, eso, es lo que convierte al artista, en lo que es, un diplomático puro que lanza puentes para unificar mundos transformádolo en el perfecto generador de contenidos que levantan Branding, tomando su Valor Funcional, en algo verdaderamente bello levantando Valor Emocional y comprometiéndose a generar relaciones cada vez más perfectas en el noble arte de colaborar, construyendo, sin saber, Valor de Responsabilidad Social.





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