Profesión secundaria por mal empleo de tus facultades. Decía la carta, pesada, del Tarot, cada vez que fulanito, mi invitaba a tomar café. |
¿Qué le dice un actor a otro?
Bienvenido a este "maravilloso" Call Center.
Soy actor.
¿Y en que bar trabajas?
Hace tiempo que ya no voy a tomar café con fulanito, en realidad. Cuando susurra la invitación, suelo sacar otras sugerencias por arte de magia de las naricillas, de las orejillas. Invento un cuento o salgo por la ventana envuelta en humos
¿Qué quieres que te diga que tú no sepas? Y ¿Qué quieres tú que yo te cuente a ti que tú no sepas?.
Hoy revelo el secreto, hoy se enteran en el universo ¡Odio esa terrible carta del Tarot!
Sube, corre, baja, pasea. Dile a tu "extraño" jefe y al director de tu espectáculo que no eres un becerro. Vende rosas por la noche, mientras recitas un poema. Casi no duermas. Deja que suene el despertador que dice "a clases". Tintos, claras, cervezas, pinchos de tortilla. Reuniones de trabajo. Llamadas de teléfono. Segundamano. Cierra entrevistas para comerciales que hablaran de increíbles herramientas de desarrollo de software. Sueños, estrenos. Prensa. Casting, casting, casting. Diez personas a tu cargo que se multiplican sin cesar pero éstas, son distintas, no saben nada del arte, venden, hablan, hablan, hablan. Gestiona sala independiente de teatro. Da clases de teatro a la mañana, más clara, más tortilla y por la tarde, da clases de marketing telefónico. Giras, bolos, prensa y aterrizas en Madrid, a probar suerte en un mísero pub, pero camarera no es lo tuyo. Saltas, directora de casting, estreno, prensa y con el vinillo, la aceituna y el JI JI JA JA en la garganta, revisas estudios de mercado mientras hablas al teléfono con Pepito del centro de documentación teatral. Esperas a los proveedores de un pub a la mañana, estudias y ensayas. Paseas teatros desde el vestíbulo hasta los telares más altos y bajas a tu mesa de despacho ¿Quién quiere pasas?. Rodajes con miles de listos, cámara, acción. Alfombras rojas y la cara escondida cuando llegan clientes que no tienen nada que ver contigo, te conocen, les resultas familiar. Más prensa, mas ensayos, millones de vinitos y te nombran gestor del año, de mes, del milenio. Das órdenes de asuntos que ni conoces y te llaman rara y hablas, hablas, hablas de cosas que ni te importan, ni te ilusionan. Más Meyerhold, más Stanislavski, más amigos que estrenan y sufren porque la alfombra roja termina en un puesto donde vender Vodafone. Vas a buscar, a un amigo, a la salida del trabajo en la recepción de un hotel y le acompañas hasta el vestuario donde está en cartel: ¿Qué quieres que te diga que tú no sepas? Y ¿Qué quieres tú que yo te cuente a ti que tú no sepas?
Siempre la "pesada" carta.
Un día todo se organiza o lo organizaste tu. Sea como sea, te acostumbraste a tener dos, tres o mil flamantes currículos y a vivir a contrapelo. Así que a pesar de tenerlo todo organizado, vuelves a la carga y terminas siempre en dos, tres o mil proyectos.
También sabes, que si mañana algo falla, tienes miles de puntos de partida para transitar. ¡Soy una privilegiada!. Quizá ahora, que está en auge la palabra CRISIS, habría una oportunidad como Gestor del Cobro.
¿Profesión secundaria por mal empleo de las facultades?
Te haré el cuento.
Ahora me cae mejor aquella pesada carta.
Pero, saca el Tarot de los ángeles, por favor.
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