martes, 15 de junio de 2010

Momentos innolvidables carnavaleros



















Carnaval, Las Palmas.

Personajes que esconden personas. Personas que juegan al infinito placer del escondite. Que juegan a ser otros imposibles, enriqueciendo sus vidas con miles de experiencias. Relaciones fugaces que se las lleva, el aire, de otras relaciones que caen en estilos absurdos, subrealistas, impresionistas, expresionistas. Tintes de verdes, de rojos, de brillantes purpurinas que manchan vestidos. Que tintan pieles que mañana te atienden en la ventanilla del banco manteniendo aún pose de duende. Colores reblandecidos por el sudor, las risas y el baile. 

Siguen ahí, todos mis inicios, las mitades o nudos que regresan y que se destartalan en finales, de de forma sospechosa, vuelven a oler a mar.

¡Valla! esta vez me olvidé del queso con papas, de las papas con queso, del queso solo y de las papas solas. Pero pasé por el parque, me encontré con Drácula una tarde y ...

¡Que no me quemé! 
Aterrizo en dos horas y media. Paso por tu casa y tomamos queso con papas o papas con queso o queso solo o papas solas. Antes te doy un toque el móvil.

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