viernes, 25 de junio de 2010

Romper rutinas. Actores y guionistas

Eres una actriz maravillosa, perfecta, un animal escénico. Pero, también eres muy peculiar (aún ando buscando el significado exacto de esta palabra) tienes muchos registros, demasiados, para una mercado que, en este país, se limita a 4 ó 5 personajes totalmente planos. Una industria que no es industria y que sostiene solo a 4 ó 5 cabezas de cartel. 

¿Cual sería la solución? pregunte a aquel director de casting que no hacía ni 5 minutos había palmeado mi espalda mientras murmuraba "pedazo de actriz" tal y como habían hecho todos los anteriores directores de casting que me habían visto.

Has de estar en el sitio justo, en el momento justo. Si un director apuesta por tu trabajo una sola vez, no tendrás que esperar nada más porque todos los guionistas de España escribirán para ti.

Arrastré ilusiones fuera de ese entorno. Pensé que el sitio justo, en el momento justo podría encontrarme trabajando, en vez de llorando por las esquinas. Más tarde era yo la directora de casting, pero nunca me encontré un actor que, ante una negativa, dejara de culparse a si mismo para preguntar la verdadera razón de la no contratación, tal y como yo había hecho aquel día.

Un momento y un cuento más tarde, mis amigos, trabajaban temporadas más o menos cortas o más o menos largas en contacto directo con guionistas. La relación entre ellos es de amor - odio y también de mucho miedo. Dos cuentos más tarde, las necesidades de un texto o de una audiencia significan demasiadas pérdidas para un actor qué a pesar de las apariencias también come.

Rompiendo rutinas, os dejo con una posibilidad delirante y divertida para dar una nueva solución de final a estos cuentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario