jueves, 1 de julio de 2010

Antón Pávlovich Chéjov

Antón P. Chéjov, menos mal que su genialidad va a la par que la belleza de sus textos, no es casi posible pasar por una escuela de teatro sin conocerle. Con él aprendí a ser cautiva de un texto. Recuperar libertad creativa en el mínimo detalle. Aprendí a amar al autor y llegué a considerar a estos como el soporte perfecto de las artes escénicas. No se puede pasar pos sus textos sin dejar espacio abierto al miedo cuando piensas en mostrar un trabajo suyo. Es quizá, por este pánico a romper algún lazo de sus textos por lo que muy difícilmente se deciden las compañías a mostrar trabajos de este autor y queda recluido en los laboratorios oscuros del teatro para uso y disfrute exclusivo de los aprendices de arte escénico.

Chéjov es el gran reto.

"La medicina es mi esposa legal; la literatura, sólo mi amante"   (Chejov)

No sé como trató a su esposa pero si sé como sirvió a su amante. ¡Quien encontrara amante tan delicado, tan pasional e inteligente!

Si hablas de Chejov, no puedes dejar de nombrar a Konstantín Stanislavski, sin el estreno de "La Gaviota" tal vez, Chejov no habría escrito más textos teatrales. Fué la simbiosis de de estos dos genios, después el éxito de montaje  de esta pieza en 1998 por el Teatro de Arte de Moscú dirigido Satnislavski lo que provocó que el autor se animara a seguir escribiendo para el teatro. 

Contaba mi primer profesor de teatro para dejarnos claro la importancia de ser esclavo de sus textos que Chéjov se enfadó mucho cuando vio un ensayo del Tío Vania en el que Stanislavski mostraba un personaje de pueblo."No es así, lo puse en el texto. Hay que leer el texto" . La nota está escondida en una pauta de acciones, el Tío Vania, saca un pañuelo de seda con el que se limpia el sudor. El Tío Vania había vivido en San Petesburgo y era un personaje bastante más culto que los que le rodean. 

Estudiar donde se compraban esos pañuelos en aquella época y aquel contexto, analizar las diferencias en los requiebros del lenguaje entre el Tío Vania y los demás personajes, hacer hipótesis, estudiar el momento socio - cultural de la época, los movimientos intestinos de la psicología entre sus personajes, de sus personajes con el entorno, del entorno con sus personajes, es el esfuerzo requerido para descifrar correctamente todas las palabras del texto, es lo que piden sus textos a quien quiera poner en pie esas brillantes obras de arte. Si te olvidas de un punto, una coma, una a o una c, matas de un plumazo el mensaje del autor.

De Chéjov aprovechas todo y sus obras más importantes son
La gaviota
El tío Vania
El jardín de los cerezos
Las tres hermanas

Pero, ¿quien puede sustraerse al coqueteo con "La petición de mano" y otras que salieron de sus noches en vela? 

Yo no. Yo lo adoro.

Recuerdo noches enteras, días completos, semanas largas de estudio de sus páginas. Mostrar una escena se convertía en un juego increíble y fantástico, de alguna forma parecías más detective que actriz y tus paseos por bibliotecas se hacían habituales en tu rutina diaria. Lo que yo no sabía es que del mismo modo entrenaba mi visión global de todos los asuntos de este mundo y encontraba claves y secretos para desarrollar la tarea que ahora es la de todos los días. Vivo a gusto con el Branding, el Marketing de experiencias, de guerrillas, y el Team Building  a través del entrenamiento exhaustivo que saqué de mi interés por descifrar sus palabras.

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