Del pulpo ... a la victoria
Prudencia manifiesta de jugadores y equipo técnico. Seguridad pasmosa en control de herramientas y estrategias. Virtudes de humildad y confianza que se muestran en ojos afiebrados de determinación fulminante. Secretos a voces, que hablan de perfecta técnica y ahora, nos toca el juego. El juego resulta impredecible para quien no conoce otros secretos ocultos, como que quien gana es quien más se está divirtiendo en el momento. Y está claro, La roja gana, porque le encanta la diversión que genera el juego bien diseñado. La roja, amanece tranquila, porque tiene control absoluto sobre el conocimiento oculto, de que el divertimento pasa por saber que está en ti el resultado óptimo pero también puedes depositar confianza en el resultado y esfuerzo del otro. La roja, no habla de otra cosa, es la noticia más importante de todo el mundial "la unión de la roja no tiene nombres propios". La roja, se jacta del buen rollo, de la piña que conforman, de que no entienden de ti o de mi, sino de nosotros y deja, a los ojos de todos, la clave del éxito: Somos todos y podemos. Porque uno sólo no puede más que mover en entornos pequeños y cuando se une a otro abre a todo el universo.
Reviso contextos y ámbitos nuevos, encuentro preguntas que vienen de participantes que ya se han ido a casa, desde el evento. Encuentro, preguntas aún no respondidas o respondidas con la euforia de la simple empatía de quien cree, en su fuero interno, que La roja, es la que vence y no ellos. De los que aún gritan España, España, fingiendo que ocultan que en realidad sólo vence La roja. Si La roja es imbatible, es por su ansía de juego de niños viejos que conocen todos los secretos de las idas y venidas de un balón perdido, Pero también es imbatible por su visión de conjunto y su completa aceptación de que el éxito llega solo jugando en grupo. Imbatibles, porque encontraron el sueño y objetivo de todos: un PODEMOS GRANDE que retumba despertando la determinación más pura en todo el que escucha. Imbatibles, porque abren sus sueños y objetivos a una ciudad, a un país y al mundo. Imbatible, porque abriendo al globo entero, enseguida, reciben el apoyo de todos y las emociones se intensifican al ritmo que crece el deseo de Victoria. Imbatible, porque en el nuevo comienzo, de un país azotado por miles de sufrimientos aparecen los jóvenes que se sacuden tantos dolores e imperturbables, abren las puertas a las ansias de mejorar, a pesar de todos los pesares. Imbatibles, porque la generosidad de estos jóvenes es imbatible.
La roja, es imbatible porque pertenece a un pueblo donde la pasión aflora en todos y cada uno de ciudadanos. Y es imbatible, porque este pueblo tiene abiertos los canales de comunicación, a pesar de los miles de esfuerzos por cerrarlos, entre la técnica y la emocionalidad del talento.
Sin esa pequeña herencia de ancestros que amaron las artes y la emoción por encima de todas las cosas, entrenados, en todo momento, en viajar por las ciencias y el valor de lo emocional, que grita y conoce el potencial de un enfado o un sentimiento. Sin el temple de los viejos en conquistar interiores y cosas externas. Ellos no podrían regalar la increíble esperanza de juventud que traen hasta nuestras puertas.
Recorro las calles de las alegrías depositadas en niños de increíble valor y descubro miradas imperturbables que recuentan minutos y que acompañan horas compartiendo ilusiones con infinidad de extraños que muestran caras alegres. Si alguien logró emitir un correcto mensaje y unificar fuerzas detrás de un objetivo concreto son los niños que se divierten jugando. Y percibo, que es la primera vez, que no tengo miedo, que sé que la realidad, independiente del proceso y resultado del juego, es que PODEMOS.
Creatividad máxima en juego.
Del sufrimiento. al divertimento y al éxito.
VICTORIA DE LA ROJA
¡Felicidades a La Roja! Sois unos soles.
Del pulpo ... A la Victoria
Mañana quedará la reflexión y entresacar de la euforia y la resaca el verdadero valor de este éxito, sino queremos que todo quede, nada más que, en un bello cuento que contar a los nietos.
Del ejemplo, de La roja, miles de caminos que conducen a la más espléndida de las victorias, que buscan, los vencidos y que de forma irremediable, tenemos que encontrar los vencedores para convertir cada uno de nuestros individuales retos y sueños en una continuación de LA ROJA. ¿Hay forma más honesta de devolver agradecimiento a estos niños viejos del cuento?
Buenos días, España victoriosa.
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