martes, 3 de agosto de 2010

Momentos inolvidables desde el Otoño




















Desde el otoño, 


Mar de hojas muertas que deslumbran con el espectáculo, aún hermoso, de su belleza más plena. Cabezas que recuperan corduras que susurran los vientos ¡Allá, a lo lejos! donde los cuentos aún no encuentran hilos que aten costuras hilvanadas con explosiones que recuerdan lo bueno o malo que trajo lo nuevo. Sabores, que de tan nuevos solo recuerdan lo viejo. Hogares calientes que se adormilan en futuros que aún no se dibujan. Lenta entrada en actividades que revelan rutinas y que claman pidiendo un solo segundo de tranquilidad serena que no te haga correr locas aventuras. Bailan las palabras esperando las ates y les des forma de cuentos.


Convertida en tronco espero que el fuego de un hogar caliente no chamusque mi pelo, que no me mate por dentro, que no convierta mi casa, en una cárcel que finja ser casa construida con chuches o que devuelva ojos que fingiendo ser oro, no son más que rastrojos de deseos muertos. Me esfuerzo en cerrar ventanas y puertas para que el mar de hojas no baile por dentro.


Llamo a tu móvil. Te espero en el Paseo del Padro durante media hora. Paseamos y nos acurrucamos en un banco y en silencio.



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