Ayuda que permite abrir campos de diálogo

Vuelven mis sospechas, al recordar cuando estuve presente en este espectáculo al que pude asistir en la Fira de Tárrega ¿Es posible que algo tan simple, como es este ejercicio, que habitualmente hacemos los artistas, despertará, la primera vez en mi, tanta expectación y sorpresa, como se despierta en el público que participa?


Hablamos de lo que damos por cierto y que en realidad solo corresponde uno de los infinitos puntos de vista que no vemos. Pequeñas descontextualizaciones que, bien observadas, trabajadas a conciencia y envueltas en papel de regalo que usan los artistas, provocan experiencias que traen diálogos que enriquecen personas que antes andaban como tiesas, tristes y abotargadas en relaciones que parecían no tener más horizontes que el previsto. Relaciones que aparentaban estar en puntos muertos donde no ves soluciones. 


Si los artistas no estuvieran tan preocupados de conseguir interacción que provoque mejorías, haciendo soplar aires de cambio, no podríamos asistir a muestras de este estilo y a sorpresas tan gratificantes, sacadas del contexto de laboratorios viejos, envueltas en una historia para que tomes la cucharada de sopa que te corresponde. Si se limitaran a contar la sabiduría acumulada a través de miles de experimentos en horas de formación y de ensayos, no les creeríamos, en ningún momento. Es preciso, el amor ciego que moviliza a la creatividad que busca, sin remedio, encontrarla forma de conseguir un objetivo para que se dé semejante nota que provoca risas y conversaciones quedas. 


Si observar un punto de vista trae tales aciertos ¿no sería conveniente lograr, a pesar de que me intentes ubicar en un espacio que crees no puedes tocar, encontrar una forma para que tu experimentes conmigo, invitándote, a una aventura en la que compartirás conmigo esta suerte?


Hace tiempo que observo que los habitantes del mundo que llamamos Arte, vemos lo que no se quiere ver, como no podemos contarlo, lo envolvemos en un cuento y lo contamos mientras  dejamos que tú lo sientas. Si esa es mi motivación al contarte historias, resulta, que nace de mi deseo por que puedas sonreír ante la vida, contemplando, que esta no es más que un juego, un juego muy serio, pero solo un juego.


Si quieres que cuente tu juego, me tienes, no a menos de dos cuadras y con esto del Twitter y las redes sociales, a poco más, de dos frases y media.


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Si de entre todo este juego, no sacas conclusiones propias, te daré pistas para que encuentres la aplicación de estos conceptos a tus mundos, sean estos, personales o profesionales.


Si tu relación, anda así como en un punto muerto, preguntar a gente como esta no te vendrá nada mal para hacer que todo adquiera el cariz de lo que huele a nuevo. Si de resultas, sientes, así como algo de miedo, no hay problema, porque siendo esto un ejercicio, tiene pasos que profundizan la aplicación de todo el proceso y estos viejos artistas, si les tocas la fibra, son tan madres amantes como cualquiera que te envolverán en viejas historias y alguna que sea casi nueva para hacer que al final, te termines tomando toda la sopa. 


De creer, cree, porque pueden tomar su visión, tomar la tuya y hacer que lo que necesitas salga de sus sombreros de copa. Sino lo crees, pregunta a un autor cualquiera.