Una vasta cultura para ser actor y una vasta cultura para dejar atrás miles de engaños en la vida diaria
Mi interés, pasaba por hablar de G.E.Lessing, para lo que llevaba unos días repasando el material que de él poseo y un libro que se ha convertido en la base sólida que sustenta mi ojo real a la hora de dirigir escenas "Dramaturgia de Hamburgo".
Un blog que comienza a ser extenso y que habla de artes escénicas, no puede olvidar nombrar a este señor, que si por mi fuera, me lo estaría comiendo a besos constantemente.
Toda mi carrera profesional como actriz fue un constante escuchar cuchicheos y susurros de directores "asustados", que escondían conocimientos con la excusa de que un actor, una actriz no debe saber más de la cuenta, porque según ellos, es pernicioso para su trabajo. Siendo éste del material sutil de las emociones, un exceso de racionalidad, es perjudicial para poder verlos fluir por la escena. Nunca creí semejantes anuncios fatalistas que anunciaba, sin consideración, un destino funesto en mi calidad como actriz, porque nunca iba a dejar de espiarles para saber más, pero si descubrí que de tales afirmaciones, lo único que podía evidenciar, era una pretensión de alejarme de la posibilidad de dar mayor calidad de contenidos a mi trabajo como artista para así dejar el "poder" en manos de directores-formadores que no pueden soportar no tener el foco central calentándoles las cejas. Siempre que salgo a escena, soy una prueba real de que no es cierto todo esto y de que, sin embargo, poseo cualidades que me permiten subir más alto, más y más alto, quedarme a la vera o bajar hasta los infiernos más, que muchos de mis compañeros, dejando constancia de que, además, siempre lo hago con plena conciencia.
De los libros que guardan los directores de escena, como peligrosos, en manos de actores tiernos, tengo que nombrar a Lesssing y su "Dramaturgia de Hamburgo". Tengo que nombrar a Meyerhold y su "Textos teóricos". Hay que nombrar a Stanislavsky y todos sus libros, más allá de "Mi vida en el Arte". Comentar que Steiner tiene un tratado asombroso sobre el personaje de Antígona, que desvela secretos inimaginables "Antígonas". Tengo que decir que Ferdinan de Saussure tiene su "Historia de la lingüística". Que Freud público un tratado que se titula "Psicoanálisis del arte". Que Yung, tiene su "Historia del hombre y sus símbolos". Que Duglas R. Hofstadter tiene "Gödel, Escher, Bach un eterno y grácil bucle" y que todos estos más los que se quedan en el tintero, suponen una lectura imprescindible para todos los que quieran poseer, de forma perfecta, el arte de la acción escénica.
El arte de la convención, no necesita de equipos atolondrados, precisa equipos que ejecuten con el máximo de precisión todas las tareas que derivan de sus objetivos. Siendo como es la formación de un actor en este país, creer todavía que no puedes hacer un hueco más para digerir estos conocimientos, es dejar en manos de otros tus éxitos y tus fracasos y es permitir que no pueda seguir creciendo el inmenso potencial del arte en nuestras vidas.
Vosotros, los que empezáis a transitar por el camino de estas disciplinas artísticas, os dejo constancia, de que no solo no es pernicioso, sino que os facilitará tener una visión de conjunto global que dará más peso a toda vuestra actuación, sin tener que soportar la consecuencia ineludible, de que cuando halla un error, seréis vosotros los culpables o vuestra poca implicación simplemente porque alguien decidió, por vuestra "protección", que deberías vivir bajo la circunstancia de que no debéis manejar toda la información.
Si alguien pensó, sólo por un momento, que la vida de un artista, se circunscribe solo al glamour que se vende en el vestíbulo de un teatro, puede solo dar un vistazo al volumen teórico con el que trabaja a diario. Lo rígida e inflexible que son sus entrenamientos y formación. Y lo que guarda de sabiduría y conocimientos, una vez se le pasa el subidón que provoca actuar en público.
Si no se dan todos por aludidos, saber no ocupa lugar pero te evita muchos sufrimientos.
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