jueves, 28 de abril de 2011

¿Drama o Tragedia?

El teatro de Dioniso en Atenas (ilustración de 1891).
No hay Drama en la Tragedia, ni hay Tragedia en el Drama.

El Drama es aquel momento en que cualquiera vive sus circunstancias internas y externas con la absoluta certeza de que no puede haber solución, aunque toda la acción se desarrolle en medio de la intención de buscar el remedio.

La Tragedia, es aquel momento, en que cualquiera que vive circunstancias internas y externas extremas obtiene la certeza de que hay solo una decisión, un solo camino que tomar y de allí saca la absoluta determinación de hacerlo realidad, cueste las pérdidas que deba costar. 

El Drama, igual que la Tragedia se desarrollan en entorno de máximo sufrimiento pero en ese entorno se marca la diferencia por la acción que se ejecuta. El Drama, lo viven personas comunes, que no pueden ver el resultado de la acción que están eligiendo, el Drama vive en la duda de un futuro incierto y este, futuro, toma por sorpresa al que lo vive dejando impasible o avergonzado al que le observa, porque quien observa, si que es consciente de que causas traerá la elección que adivina tomará el personaje, mientras que la Tragedia la acometen dioses y reyes que son compuestos por el recuerdo que guardan miles de personas que unifican las experiencias que hablan a gritos de causas y efectos aún no manifestados pero visibles para el personaje e invisibles aún para el público. Las dudas acaban sometiendo al héroe a innumerables sufrimientos por lo que sabe que va a perder ante lo que va a ganar, el Héroe trágico sabe el futuro y solo lucha contra la acumulación de más sufrimiento, con una sola línea de acción, su irrompible determinación. 

El Drama, nunca cae en Comedia, tiene la comedia una íntima relación con la Tragedia, el Héroe cómico vive de la misma carne que el trágico y lo único que le diferencia es su incapacidad para hacer lo que un actor denomina el Clic trágico, que evitará que la ansiedad y la premura tomen la cara de la torpeza.

Dice el coro de Antígona de Jean Anohuil que la Tragedia habla de asuntos de reyes. Yo digo, que la Tragedia habla del asunto de personas comunes que toman su cetro de poder y exigen ser reyes para dar solución a sus asuntos.

Si nunca tuviste la oportunidad de hablar con palabras de autores que fueron capaces de acometer la tarea de poner a hablar a dioses con reyes, reyes con personas comunes, y personas comunes con dioses, te cuento que sin que tu lo hayas querido, has protagonizado escenas donde sentiste el Clic Trágico, viviste en medio de dramas o lanzaste momentos trágicos al código de comedia por la incapacidad de controlar ansiedades y premuras.  

Si eres actor, ojo, que no te cuenten que debes llorar cuando el personaje es Trágico, que no te cuenten que debes erguirte de forma solemne cuando el personaje está en un drama y que no te cuenten que la comedia es un drama triste que causa risa porque al público le gusta reírse de la desgracia ajena.  Espera que te pidan que tus movimientos partan del torso hasta la cabeza cuando haces tragedia porque la determinación cuando nace, olvida al miedo que se oculta en las tripas. Espera que te exijan que tus tripas gobiernen a un corazón herido cuando representas un drama y espera que te soliciten que tus tripas gobiernen una cabeza que no puede invocar un Clic trágico cuando hagas comedia.

Si eres director, ojo, que obligar a un actor a llorar cuando no debe devuelve desde la platea una mirada incrédula. Si eres público, ojo, que tienes derecho a vivir un Drama, una Tragedia, una comedia y que no te den gato por liebre.

Y tú me dirás, ¿Pero a que viene esto? Pues viene porque vas a dejar que te cuente que aprendí a gozar de cualquier pieza artística a la que soy invitada, pero que si me pides que hable, te tendré que hacer caer en la cuenta, de que la Tragedia no es Drama, así como el Drama no es Tragedia o comedia y que todo queda genial pero que me da de cara que el público no pueda llegar a apreciar lo fantásticos que son estos conceptos porque el artista no pueda acercárselo para dejarles que los vivan más allá, de un "Algo rato noto, pero si alguien lo puso, será que es bueno. No creo que en un teatro así pudieran ..." Pues, lo siento, sí, te engañan pero no lo hacen queriendo, en realidad, vivimos en un momento donde ni en las escuelas les enseñan estos pequeños juegos.

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