martes, 7 de agosto de 2012

Momentos inolvidables desde detrás de la verja

















Momentos inolvidables desde detrás de una verja

Levantando miradas hacia adelante sospechas que, aquel jardín, que guarda la verja, podría ser la causa del dolor que sientes nacido de la pérdida. Pérdida solemne y quieta que atosiga el alma y revienta sienes de puro deseo incontrolable de controlarlo todo para vivir libre ante millones de verjas construidas para separar paraísos de infiernos. También yo quiero y entre "El quiero y no puedo", mareas de ira golpean mejillas coloradas que encuentran adrenalinas para saltarlas y entre "El puedo y no quiero", aquella mirada severa de quien levantó muros y verjas y sostiene la vela de "Para mi siempre y para ti nunca".

Dolores de impotencia y, descansando espalda contra la verja, reconoces los paisajes que, por hermosos, alumbran la certeza de que si no fuera por el muro podrías morir envuelta en bellezas.

De dar la vuelta y marcharte, llega la envidia del dueño del paraíso, pero que no, que no vengas mirada ramera, porque tú, detrás de tu verja y yo, delante de ella, interrumpir mi paso querías pero, no hay más que dar un rodeo, para descubrir que eres tú la prisionera.

Un whatssssssss y te vienes conmigo a ver que no hay dolor más horrible que el que obliga a protegerse del otro. Tres, dos, uno ... Y allí queda la mirada asustada mientras nosotr@s nos vamos al parque a dar una vuelta.

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