martes, 21 de mayo de 2013

Momentos inolvidables desde entre sedas te veas o ...

















Momentos inolvidables desde entre sedas te veas, o mejor, no te veas.

Entre sedas te veas o mejor, no te veas, cuando quienes las han extendido para ti, sienten el más purito miedo ante la sospecha de que les estés contradiciendo. A veces, algunas veces, prefieres más dar con abruptos acantilados negros, de lo más negro que vivir enceguecida por palabras envueltas en versos y telas de infinitos colores.

Haciendo impresionantes esfuerzos vengo toda la vida, intentando tragar halagos y aprendiendo a disfrutar de un piropo o deseo sincero. Aburrida de casi morir ahogada ante los ataques más perniciosos enredados en versos y de "ganar" o "perder" batallas, hastiada. De hastiada paso a no querer saber de nada de "diálogos" eternos donde siempre hay una voluntad intentado erigirse como la guía absoluta del resto. Humos de preciosas jaulas enjoyadas y joyas que, pulidas hasta decir basta, reflejan mal sanas intenciones de quienes se sospechan en aras de, no se sabe bien que "verdad", que tu no logras ver.

¡Lagarto, lagarto! que no quiero, que no, que no quiero que me enreden en cuentos que no vuelan o que viven arrastrándose por los infiernos.

Anda, anda ... vayámonos ya a pasear calles que vengo, así, como con ganas de reírme a carcajadas.

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