Te lo dije ¡No puedes seguir esperando! |
Momentos inolvidables desde el primer paso
Desayunando esfuerzos, miedos, tormentos agarrados como mariposillas, revoloteando en tripillas revoltosas que, atrapadas quedan en corazón deseoso de contarte historias, que son lanzadas a cabeza inquieta. Cabeza afiebrada, alocada queriendo buscar volcar por boca semiabierta la necesidad satisfecha y la posibilidad de crear nuevos mundos o mundos totalmente nuevos.
De la necesidad de expresión cosida al lamento de un soporífero ¡Déjame quiet@! o, allí donde la quietud pide a gritos iniciar, poco a poco, la dulzura del movimiento ¿A quien esperamos para decidir quedarnos tan quiet@s? Si tanto afán tenemos de encontrarlo ¿Porqué, entonces, no salir directamente a su encuentro? Que de "dormir" pierdes la oportunidad de vivir aventuras, una a una, hasta que lleguemos a contarlas por mil.
Dulces tentaciones envueltas en un ¡Quédate quiet@ y escucha!
¿Que me miras? toma tu mochila, atusa bien ¡Esos Pelos! que en dos segundos, me tienes repiqueteando en tu puerta.
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