viernes, 28 de mayo de 2010

La experiencia de dirigir. Contando verdades

¿Me ayudas a preparar este texto? dijo un amigo, con cara de niño hambriento. Lo necesito para unas pruebas importantes.
Bien, te vas de vacaciones, cuando vuelvas lo quiero en tu boca con puntos y comas. Sin un solo error de texto, ni una palabra olvidada.

Vacaciones de ensueño. Idas y venidas. Quedadas en la afiebrada noche madrileña y un solo pensamiento que era más bien un recuerdo "El teatro es una puta vieja. Te quita y no te da nada" decía el primer profesor de teatro al que di mi confianza. Casting, casting, casting. Tengo que pensar algo nuevo.

El regreso

¿Cuándo me tomarás el texto? Y un pensamiento esquivo y oculto ¡Valla, no se olvidó!

Repeticiones infinitas del texto con una sola premisa: Cuando acabe un punto paras y antes de empezar eliges una dirección, una diagonal, una recta emprendes el camino y sueltas la siguiente frase.

Deshacer el proceso imaginativo anterior.
Proveer al texto de una partitura de movimientos que nacieran de la elección del mismo actor pero respetando mi primer sueño. Una partida de ajedrez.
Generar una partitura de sonido, vocales, consonantes y signos de puntuación percibidos como una melodía interminable.
Creada la melodía dela partitura del texto, lo bailamos para hacer crecer la partitura de movimientos construidos al milímetro y superpuestos en una partitura de acciones corporales. Yo su espejo, a dos metros de distancia copiando cada uno de sus gestos, reproduciéndolos en copias perfectas y él viéndolo y eligiendo uno a uno cada inicio en una vena y su recorrido por todo el cuerpo.
Horas interminables apaciguando el hambre de las preguntas de un actor travieso ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Porqué? ¿Para qué? Y meses de danza al ritmo del texto.

Pasó la prueba importante. Fiesta y un ¡Nunca me lo pasé tan en grande!

Cuando llegaron los técnicos encontraron un concierto y una directora que flotaba en el viento agarrando del cuello todos los sueños, paciente, sosegada y muerta, absolutamente, de miedo. El proceso se inició, con ellos, igual que con el actor, miles de línea dibujadas en el aire, millones de direcciones sueltas y atadas solo por un objetivo implacable "Ser fiel al mensaje del autor".

¿Cómo lo hago? No sé, tu eres el técnico. En mi mesa de trabajo aparecieron de la nada, notas musicales, frases, silencios todos descompuestos y turbados. Filtros de colores a millares, nombres de focos, caminos de luz imprecisos. Texturas, telas, costuras que hablaban de formas indefinidas. Una pregunta ¿Cómo lo hago? Silencios rotos por los trazos rápidos de un bolígrafo que se movía al ritmo de la ansiedad que no se apacigua, ni a las tres de la madrugada. Más tarde, una respuesta, es una partitura, así que hay que ponerlo todo a bailar al ritmo del texto.

Hablábamos de jazz.

Coreografía en Barcelona. Yo no muevo ,un pelo, sin que me cuenten los cuentos de las vocales y consonantes del movimiento.

Dudas antes del estreno resueltas de "otra" forma, a pesar de los intentos. Necesito ayuda, no logro ajustar dos párrafos del segundo acto. Está perfecto, está perfecto. Perfecto. Perfecto decían compañeros directores al salir de los ensayos. PERFECTO con cara de "no volveré a hablar contigo". Y una, única, respuesta de un despistado "lígatelo" y así, hará lo que quieres. Es lo que hacemos.

Estreno

Aplausos, aplausos, aplausos.
Todos vencieron.
Yo también, había vencido. Aprendí más y ahora me encanta dirigir.

Luego,llegaron otros éxitos.

1 comentario:

  1. Que curioso, a veces uno aprende más cuanto más se expone, parece que la responsabilidad es mayor, es más grande, sólo reconozco el respeto y el cariño cuando se dirige, y lo demás es técnica, intuición, pero sobre todo, " saber escuchar, saber leer" los entresijos de las emociones de lo propio y del equipo que te rodea, y todo esto enmarcado en los aspectos técnicos de lo teatral.

    ...Y aún así queda mucho por aprender.

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