Tres semanas llevaba mirando ésta página de Twitter cuando apareció Robertus en escena. Había respondido mil veces mil a la pregunta con la misma respuesta ¿Que voy a estar haciendo? pues miro ¿Y tú?. Tres semanas esperando que contestara y nunca dijo nada.
¿Que pinta una artista en estos mundos salvajes de internet? hablaban bocas conocidas.
Hasta que llegó Robertus y me contó que esto es un juego ¿Hay algo de los juegos que no tenga que ver con los artistas?
Es una pena que no pueda contarle el nuevo invento a André Breton, que de juegos de asociaciones creativas que generan, caos diversos, andaba prisionero.
Enviar trozos de vida, ideas, emociones para que otros terminen, el collage, empieza a ser el juego más atrayente. Retazos de sentimientos que se engalanan de ideas. Colaboración donde antes estaba el grito y la exigencia de sumisión. ¡Que de cuentos nuevos! ¡Que fantástica exposición de intelectos!
Me acabo el cigarro y empiezo que ya me contó un amigo que es distinto escribir para un blog, para un tweet o para un e-mail. Se te enredan las ideas y confundes simplezas con complejas profundidades. Lo personal con lo eventual, la rutina con las mareas de la vida. Lo breve y perenne con los largos y duraderos que hay que arrancar, pronto, antes de que no te dejen huir o avanzar raudo por los paisajes nuevos de las estaciones del alma, en sus juegos con la mente y los miedos.
En dos minutos te veo.
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