De regreso de un ataque |
¡¡¡¡¡Que susto!!!!!
Portadora que no contamina. No me vengas con historias que yo no meto naricilla por espacios "extraños"
¿Cómo iba a hacerlo si yo, hasta que no llegó Robertus, miraba redes con infinita más sorpresa de la que empleaban las redes en mirarme a mi?
Dos años llevo yo entrando a escribir y beneficiándome de la fuerza creativa que habitan los paisajes virtuales. Dos años donde palabros como SEO, SEM, HTML, semántica, SocialMedia y requiebros estratégicos de Marketing de atracción venían coqueteando con mis deseos de ofrecer aportaciones, a veces claras como agua de arrollo y a veces confusas en medio de mareas revueltas que lamen asfaltos para refrescar las entrañas de viejas tierras, remendando hábitos que por trillados, no manifiestan el objetivo deseado.
Los caminos, inevitablemente traen obstáculos, si tu intención es la de caminarlos buscando horizontes nuevos. Asumir un mundo batallado, lleno de espías, acompañados de bots que con peludas arañas venía a descolgarse por infinitas cuerdas hasta dar con contenidos que se desgranaban sembrando campos de infinitas telas blancas, sin que mi mente creativa y por momentos afiebrada imaginara tremendas estructuras dramáticas dignas de las historias más enrevesadas de agentes secretos enredados en futuribles escenas, no fue tarea fácil, te lo aseguro, aquello supuso todo un esfuerzo. Pero aún quedaba más, porque entre dimes y diretes, juegos y más juegos de palabros y encuentros, cuando ya la tranquilidad deja paso a la pereza, va y aparece otro monstruo o agujero por donde se cuelan los miedos ¡Malware! ¿Malware? ¿Que demonios es un Malware? ¿De donde viene, que quiere, porqué lo quiere, para qué?
Correr no es la palabra adecuada. Debemos construir otra porque no hay. en todo el diccionario. nada que se le iguale. Una vez pasado el primer enfoque, a todas luces erróneo, para enfrentar el caso "¿Porqué a mi? mientras la lágrimita asoma por el rabillo del ojo", superada la segunda postura "No, les partiría la cara, tú" y traspasada la tercera fase que te invita a elegir un contundente "No sé que hacer". Amig@s, llega la hora de buscar soluciones y entre sorbos de agua fresca que te ayuden a pasar el trago y cigarrillos apurados, hasta agotar a la ansiedad, llegas a la plaza donde aquel veneno que te hicieron tomar termina transformado en la misma medicina que termina curándote.
Ahora sé, que me preocupan y mucho los que siguen mis contenidos porque más que sus visitas, son las visitas que hago a sus paisajes, las que enriquecen mis aportaciones, no iba a dejar que llegarais, ni aún bajo la premisa de que, yo era portadora pero no contaminaba, a tocar el veneno, así que, elegí, aquello de que "no permitiría dejar ni una miga que te atrajera hasta mi morada".
Aprendes de lo que no sabías ni que existía y de paso, como quien no quiere la cosa, quedaron aquellas perezas, que dan por rutina el paisaje, olvidadas. Poco a poco, habiendo terminado una limpieza a fondo de todos los huecos, colocado el andamiaje de nuevo y reformado todo lo viejo, hoy entrarás a mis espacios por un .com sabiendo, que ahora también conozco al monstruo de las galletas, don Malware para sus amigos.
¡Que susto!
En dos segundos me tienes dando un paseo y de regreso, te prometo que tomaré un tiempo para recomponer enlaces y pequeños destrozos hasta que recuerdes que, aunque aparentemente nueva, sigues estando en tu vieja casa.
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