O el hábito del éxito, o de la destinación de recursos ilimitados en la necesidad de conseguir el resultado, aunque el resultado sea menos brillante que los costes reales para conseguirlo, o la "extrema" rigidez de la Cultura del Miedo apoyatura perfecta para la ignorancia, sin "intención" de ser disipada.
No hay emprendedor o jugador a serlo, no hay ni un solo ejecutivo embarcado en la consecución de soluciones efectivas, ni personas no inmersas en grandes comunidades que no posea, como núcleo movilizador, aquella sutil "envidia" por los aparentes grandes logros de la Imagen Corporativa. Intensamente copiada en las formas, intensamente percibida como estructuras lógicas a las que habría que tender. Gigantescas, inmensas crecidas de simples ideas, hacedoras del riqueza y, en apariencia, sostenedoras de todo lo conocido como sistema donde habitas. Tan grandes como rígidas y tan rígidas que puedes sentirtas totalmente incapaces de moverse hacia una direccionanilidad que les está siendo reclamada, de forma insistente, por todas las capas que marcan los mercados como tendencias inequívocas de futuro.
Tan poderosas que, en apariencia, no se logrará construir fuera de ellas y a la vez, tendentes a caer en todo momento. Sometidas al peligro de malas decisiones aun cuando estas fueran tomadas por las personas en las que deposita máxima confianza, confianza altamente gratificada y satisfecha, por llevar a cabo tareas a las que se le suponen un alto grado de responsabilidad. También soporta la mala interpretación de ordenes que conyeva el desarrollo de acciones perniciosas y aterrorizada hasta del último empleado que no cumple, a raja tabla, lo que le es ordenado por los satisfechos con capacidad de equivocación. Tan poderosa que hasta el vuelo de una mosca podría tumbarla y sin embargo, mostrada como única solución absolutamente envidiada.
Tan fuerte como influyente despliega redes cómplices entre quienes deben justificar ocultado errores y tan débil como para ser tomada a choteo máximo cuando el costoso mensaje emitido es devuelvo en medio de atormentadores carcajadas. Tan influyente que termina creyendo que el pasado es el camino seguro y tan, poco influenciador que, solo logra mantenerse ergida, a través de la atmosfera de Impacto de Compra que no logra sostener fidelidad más allá de lo que dura el "compromiso" como atadura diseñado para el otro y la ocultación de verdaderas intenciones detrás de palabras que, de nuevo, van a ser devuelvos en medio del choteo máximo y a carcajadas en todos los puntos de encuentro.
Tan sólidas como manifestadas en una Imagen clásica y anclada al pasado que recuerda el tiempo que lleva "satisfaciendo" necesidades, que reconoce debe actualizarse o reinventarse constantemente por fuera, lo que por dentro, no logra tocarse. Y mientras, fuera, allí donde los grupos interesados construyen como mercados, se siguen desesperandoal personal satisfecho y capaz de diseñar, de forma equivocada, por errores que nuevamente han de ser ocultados, tapados, por reclamar cambios profundos en formas de actuar y no solo en apariencias que luchan, a brazo partido, por ser creídas por quienes ya han sido constuidos como descreídos por la experiencia acumulada en el día a día, de las relaciones.
Allí donde buscas desesperadamente Reputación, obligo, exijo, suguiero, robo amor pero ¿Siendo tan perfecta en su construcción debería estar ya siendo recibido? ... y no entiendo, ¿no se entiende? más que por la explicación de una supuesta envidia, la negación de ese derecho contraído, así que elaboro impresionantes mensajes por la Imagen de Responsabilidad Social Corporativa que no dejan de ser apariencias donde mi proyecto mantiene la cualidad de mantenerse único con posibilidad de ser agradecido, mientras se tambalea, en todos los puntos de encuentro, porque, de vuelta, los mercados, extreman reclamación que exige moverse hacia el futuro y no hacia el pasado que no tiene en cuenta un presente construido por la experiencia de una relación que se siente enriquecedora para el proyecto empresarial y los grupos interesados cercanos a las cúpulas, que buscan el resultado económico, sin la más mínima duda, pero que por debajo de la junta de accionistas, ni siquiera el Valor Funcional adquiere la cualidad de perfección y necesidad que se vende y que depende de las estrategias de una "prometida" y obligada relación post venta, donde los errores vuelven a costar caros, solo por la realidad que precisa ocultar la apariencia.
Y a todo esto, ¿Envidia? ¿Odio? donde yo veo un imperioso impulso que reclama satisfacción para todos, donde la mente es incapaz de crear soluciones globalizadoras y enriquecedoras degustando la inamovilidad que da la ignorancia del espacio, tiempo donde se mueve. Veo copia por falta de información, seguridad y miedo más, el tormento de quien habiéndolo conseguido solo puede dedicar su vida a evitar que uno de los temblores no destruya aquello que tiene apariencia de solidez envidable pero que solo genera molestias en todo lo que roza.
¿No es más fácil tender a dejar la puerta abierta a la construcción de creatividades tan poderosas que puedan decolorar y pintar según caminan los tiempos?
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