Tiempo llevo dando vueltas al duelo que enfrenta posiciones, en profesión tan vieja, como vieja es la necesidad de sanar cuerpos, mente y emociones de personas.
Dando vueltas por el "Eterno y grácil bucle" donde, aún siguiendo los mismos caminos, nunca logras llegar hasta el mismo sitio donde ayer estuviste y esa es la cosa, a pesar de los pesares, de construir partituras extensas que repito hasta la extenuación, reclamando la pérdida de una coma o la "extraña" dilución de un gesto que logra emborronar una acción como, parte fundamental de un proceso de ensayos, yo podría poner ubicación como Madrid, España actriz que diseña desde fuera para llenar dentro, después de haber estudiado, investigado, entrenado, extraído procesos complejos internos hasta descubrir que mi técnica, la mía, la que a mi me viene perfecta, prefiere caminos externos para llenar cavidades porque creando cavidades, tiendo, sin remedio a olvidar los ritmos que marcan el carácter único y exclusivo que converge en la convención escénica que logrará que tú percibas mi "mentira" como la verdad que vas a aceptar durante hora y diez, tiempo suficiente para que yo logre remover tus células, tu conciencia y tus sentimientos, donde te dejo, sol@, solit@ recomponiendo el puzzle que descompuse delante de tu naricilla.
De mi Stanislavski de mis entretelas, recuerdo haber encontrado un cuaderno de dirección en una vieja revista de Primer Acto, allá por mi adolescencia entre el polvo acumulado en una habitación olvidada en la biblioteca del pueblo. Luego llegué a Madrid, y en Madrid me hablaron de un Stanislavsky que yo no reconocía atado a interminables procesos psicológicos que no dejaban mover ni un pelo escénico. De día si y día no, para al día siguiente si, volver a salir a escenas no me quedó más remedio que intentar atar y bien atar aquella incongruencia que parecía manar de un señor que había vivido en la Rusia de hacía más de un siglo y mi técnica, la mía, la que cada actor, para concluir proceso de formación con éxito debe haber extraído, cargo balanza hacia a aquel perdido extracto de un viejo cuaderno de dirección.
Salir a escena, para mi, es haber construido una partitura tan férrea que parecía imposible, llenar de vidas aquellas estructuras.
Pasó mucho tiempo hasta que la "causalidades" de la vida me llevaron a compartir tablas con aquello actores de clichés con los que yo me identificaba. De lejos, pero me identificaba y más lejos parecía estar cuanto más cerca estaba ¿Donde estaba pues mi diferencia y que era lo que identificaba mi técnica, la mía?
Mis afines de épocas académicas parecen subir a tablas y participar de una bacanal de improvisaciones extremas, llenando de naturalidad y vida cualquier tema o pieza. Sin embargo, yo subo y aparento improvisar, cuando la absoluta realidad, es que repito como lorito la misma férrea partitura. Suben los actores de clichés a escena y repiten partituras con bellas modulaciones, perfectas construcciones de registros que aceptan atención, pero, solo hasta que te aburren y ¿Entonces, donde estoy yo?
En crear el canal perfecto de comunicación para que me entiendas pero, no puedo evitar perseguir mi objetivo de remover tus células, tu conciencia y tus sentimientos, donde te dejo, sol@, solit@ recomponiendo el puzzle que descompuse para ti, delante de tus naricillas.
Las partituras férreas que parecían imposibles de llenar de vida, canalizan las formas de comunicación perfectas pero aquello que logra adaptar estructuras sólidas extremas a los pequeños cambios que puedes percibir en el entorno, a tiempo real, consiguen la naturalidad y la vida que, perfila el trabajo de llenar de coherencia, en función del super objetivo que como artista me lleva a escena.
Si no atas la técnica puedes quedar en aprendiz de psicólogo y lograrán espetarte que el Arte no tiene estrategia pero si no atas la coherencia puedes quedarte nadando superficies olvidando la vasta profundidad de los océanos. Cuando el objetivo es comunicar pero conseguir, siempre, resultados distintos.
Y mira por donde, de la misma veo compartiendo caminos a Marketing y a Branding.
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