jueves, 18 de abril de 2013

Branding y rsc, de la utopía a la posibilidad




No lo creerás pero detecto un dolor extremo cuando digo que "ser más honesto te le acerca un poco más al éxito". No parece un pensamiento habitual en entornos empresariales este concepto y parece que se vive un castigo, que no se sabe bien que, pena o mal, paga, aquella exigencia de unos mercados internacionales que sugieren levantar Reputación para dar con la Imagen de Marca que es demandada.

Pareciera que las palabras Branding y RSC deberían acomodarse al hábito de no pensar, en lo acertado o no, de los medios utilizados para conseguir beneficios exigiendo la coexistencia de un lado "oscuro" con la apariencia de haber sido revestido de una desmesurada luz que se ocupa de generar una Imagen nueva, donde incrustar la palabra Branding como una joya más que ocupada en generar belleza pictórica, cumple con dar forma al Valor Emocional y que engarzada en hilos caritativos o preocupaciones generalistas detectadas en costosos estudios de mercado, darán con la clave para sostener todo el engarce en promesas lavatorias de "ayudas" en espacios lejanos.

Entre la cara que se esconde, completamente segura de que no hay más forma de hacer negocios que traspasar "ciertas" fronteras y la sorpresa de devoluciones nefastas en todos sus puntos de encuentro, a pesar de los esfuerzos, aparecen los ojos que perciben "aterrorizados" que a lo mejor, aquello que piden los mercados internacionales, va más allá, de un simple lavado de cara, cuando ésta ha de esconderse agobiada por una exigencia que aún no llega a comprender del todo. ¡Que difícil es dejar los hábitos cuando son muy viejos!

Entiendo y muy bien la urgente necesidad de tirar millas carbonillas para intentar llevar el pan a casa pero, juro y perjuro, las veces que haga falta que, entrando por Reputación, no hay forma humana de sostener los viejos hábitos si lo que quieres es el éxito. Cualquier promesa que convenga en amoldar conceptos Branding a los que dan por válidos resultados de Marketing en cualquier proyecto tóxico anclado en Cultura del Miedo y acostumbrado a esconder la cara cuando se reclama honestidad y coherencia, por todas partes, es simplemente un cuento o entretenimiento que dará al personal Branding pan para hoy y hambre para mañana y procurará al modelo de negocio gasto y mayor certeza de que los mercados internacionales, está claro, que no conocen la "idiosincracia" de un país que quiere retroceder en el tiempo esperando encontrar allí la gloria perdida.

La lástima es que, no volverán tiempos pasados, que tenemos el presente preñado de posibilidades y un futuro que los grupos interesados quieren pintar de utópico, así que estás en el cambio o no estarás en el futuro. Un futuro, encima, más cercano de lo que tiene intención de creer, porque, a pesar de los retrasos, yo lo doy como ya de ayer.

Para ayer y no queda tiempo, así que toma la mochila y piensa que da igual salir por la ventana aún gritando ¡Y yo con estos pelos!


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